Axl Rose volvió a tirar el micrófono, pero esta vez no fue por capricho, ni por algún drama rockstar de backstage (al menos no oficialmente). El sábado 18 de octubre, durante el show de Guns N’ Roses en el Estadio de Huracán, el cantante explotó en pleno primer tema, revoleó el mic y se bajó unos segundos del escenario. ¿Crisis existencial? ¿Otro round con un baterista? Nada de eso, según la banda.
📢 En un comunicado oficial publicado en redes, los Guns salieron a apagar el incendio con una explicación técnica que suena tan aburrida como necesaria:
“Durante la canción de apertura de nuestro reciente concierto en Buenos Aires, el pack de monitoreo interno de Axl solo tenía percusión en sus oídos, en lugar de toda la mezcla. El problema fue resuelto por nuestro equipo técnico para la tercera canción, y tuvimos una gran noche.”

🔇 Traducido: Axl salió a cantar y lo único que escuchaba era el bombo. Ni guitarra, ni bajo, ni voz… solo percusión. Una experiencia que podría volver loco a cualquiera, incluso a alguien que ya viene con loquero de fábrica.
🛑 Además, el grupo aclaró que el incidente no tuvo nada que ver con el nuevo baterista, Isaac Carpenter, quien fue víctima colateral del micrófono volador. Lo definieron como “un baterista de primera y un gran músico”, probablemente para que nadie empiece a pedir el regreso de Matt Sorum desde la comodidad de un foro del 2002.
⚡ El episodio, igual, encendió la nostalgia de los fans más veteranos, que recordaron los años salvajes de Axl, cuando sus berrinches eran más regulares que los shows. Pero desde la reunión con Slash y Duff en 2016, GN’R venía sosteniendo una racha de profesionalismo sucio pero estable. Hasta ahora.
🎸 La gira latinoamericana sigue hasta el 8 de noviembre, con cierre en Ciudad de México. Después, Slash anticipó que la banda entrará al estudio, con mucho material nuevo en carpeta. Sí, parece que finalmente podría llegar el sucesor de Chinese Democracy (2008). ¿Fecha? No. ¿Nombre? Tampoco. ¿Esperanza? Mínima, pero firme.
💡 Dato para fanáticos de backstage:
Axl usa un sistema de monitoreo intraaural personalizado, algo que reduce drásticamente los errores de sonido… salvo que el técnico se olvide de enchufar bien. En ese caso, el resultado es exactamente lo que viste: un micrófono volando a 130 km/h directo a la batería.
