La guerra en Ucrania se encamina hacia su tercer año con el conflicto estancado y combates intensos en la región del Donbás. Las tropas rusas avanzan lentamente en una guerra de desgaste, mientras el ejército ucraniano mantiene su ofensiva en Kursk, dentro de territorio ruso, donde ha logrado controlar una amplia zona geográfica.
En las últimas horas, un ataque con drones rusos contra edificios residenciales en la ciudad de Sumi dejó al menos nueve muertos y trece heridos. El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, confirmó que los trabajos de rescate finalizaron tras 19 horas de operaciones.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, busca garantizar el respaldo militar y financiero de Europa ante la suspensión de ayuda por parte de Estados Unidos. En un mensaje a la OTAN, instó a los países europeos a elevar su gasto en defensa al 5% del PIB, como propuso Donald Trump.
Mientras tanto, Rusia refuerza sus filas con la incorporación de 10.000 soldados norcoreanos, quienes podrían ser desplegados en Kursk en los próximos meses. En el frente diplomático, Vladímir Putin afirmó que en 2022 ordenó la retirada de sus tropas de las afueras de Kiev para fomentar negociaciones de paz, aunque culpó a Ucrania por el inicio del conflicto.