Este jueves por la noche, representantes de Israel, Egipto y Estados Unidos llegaron a El Cairo para retomar las negociaciones con el objetivo de alcanzar un alto el fuego en Gaza, en medio de una escalada de violencia que ya ha dejado más de 40.200 palestinos muertos. Las conversaciones, que buscan poner fin a semanas de enfrentamientos, enfrentan importantes desafíos, especialmente la presencia permanente de Israel en la divisoria de Gaza con Egipto, en el llamado corredor de Filadelfia.
NEGOCIACIONES Y ESFUERZOS DIPLOMÁTICOS
El arribo de las delegaciones coincide con una intensificación de los ataques en la región. En El Cairo, se encuentran figuras clave como Brett McGurk, principal asesor del presidente de EE. UU. para Oriente Próximo, y Abas Kamel, director de inteligencia de Egipto. La presión internacional para alcanzar un acuerdo de alto el fuego sigue creciendo, con el presidente Joe Biden urgió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a avanzar en la negociación. La Casa Blanca informó que Kamala Harris también participó en las discusiones, resaltando la importancia de resolver el tema de los rehenes como parte del proceso.
LA VIOLENCIA NO CEDE
Mientras tanto, la ofensiva israelí en Gaza sigue provocando pérdidas humanas. Este jueves, un bombardeo sobre un edificio residencial en Beit Lahiya, al norte de Gaza, dejó al menos 11 muertos, según la agencia palestina Wafa. Otros seis palestinos murieron en el centro del enclave, en Maghazi. El Ministerio de Sanidad de Gaza informó que la cifra total de fallecidos asciende ya a 40.265, aunque se teme que el número sea mayor debido a las personas atrapadas bajo los escombros.
En Cisjordania, el ejército israelí concluyó una redada de 14 horas en Tulkarem, en la que murieron tres milicianos palestinos vinculados a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. La operación incluyó el uso de drones, intensificando la ofensiva en la región ocupada.
TENSIÓN EN EL SUR DEL LÍBANO Y ATAQUES HUTÍES
El conflicto se extiende más allá de Gaza, con Israel lanzando ataques aéreos contra objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano. Los intercambios de fuego en la frontera han aumentado, especialmente después del asesinato de un alto dirigente de la milicia chií respaldada por Irán.
En el mar Rojo, los hutíes de Yemen han reivindicado ataques contra dos barcos, incluyendo un petrolero griego, ahora a la deriva. Estos ataques marcan un nuevo frente en el conflicto, con los hutíes afirmando que los objetivos eran buques vinculados a intereses israelíes.