Ganó la lotería por segunda vez en menos de seis meses y regaló el premio

Kursat Yildirim vive en Dortmund, Alemania, y tiene 41 años. En septiembre del año pasado ganó 10 millones de euros y afirmó que no era feliz porque no tenía una novia con quien compartir semejante premio.

Esta vez volvió a ser noticia por haber ganado nuevamente y donar el premio.
A solo seis meses de conseguir esa gran suma de dinero, la suerte estuvo otra vez de su lado y Yildirim ganó un premio de 2.684,90 euros, tras conseguir cinco aciertos en una rifa.

Con la gran cantidad de dinero que juntó el hombre, y luego volverse millonario, esta segunda vez decidió hacer un acto de caridad y donar el premio, aunque todavía no se dio a conocer a quien.

El 24 de septiembre ganó la lotería y sus 9.927.511 de euros atrajeron la mirada de todos, por lo que aprovechó la entrevista del diario Bild para difundir su petición: “Por favor, señale en su historia que todavía estoy soltero. Puede ser rubia o morena, no me importa, solo quiero enamorarme”.

El alemán, hijo de inmigrantes turcos, llegó al país cuando tenía 12 años.

Trabajaba en una fábrica de acero antes de convertirse en millonario, pero sus anhelos no cambiaron. Busca una mujer “a la que le encante viajar y que esté lista para formar una familia” y lo primordial es que tenga un buen corazón: “Necesito una mujer en la que pueda confiar sin importar lo que pase”, remarcó en la entrevista.
Por supuesto, ha disfrutado su dinero, se compró un reloj de lujo, un Ferrari de 376.000 euros y un Porsche de más de 249.000 euros solo con la intención de molestar a “los envidiosos”.

No contento con eso, se convirtió en el dueño de su bar favorito. También compartió su premio con la familia.

“Lo mejor de esto es que puedes hacer feliz a tanta gente. Inmediatamente, transferí dinero a mis padres y mis hermanos”, aseguró.
Kursat Yildrim, quien presuntamente tiene antecedentes de alcoholismo y violencia física, intenta enmendar sus errores, según dijo al diario alemán.

“Siempre fui el inadaptado de mi familia”, admitió.

Ahora, todos lo buscan para pedirle ayuda. Pese a esto, no dejará que el dinero cambie su mentalidad: “Nunca olvidaré de dónde vengo. Soy de la clase trabajadora, nunca me volveré arrogante”, garantizó. /TN