Carlo Acutis era un joven italiano que falleció a los 15 años, en 2006, tras predecir su propia muerte, que ocurrió por una leucemia fulminante. Apodado “el influencer de Dios”, ya que difundía contenidos religiosos a través de Internet, tiene su propio documental que narra distintos hechos de la vida del adolescente, al que se le atribuyen al menos dos posibles milagros, uno de ellos ocurrido en Argentina.
Estrenada recientemente, “El cielo no puede esperar” (“Heaven Can’t Wait”, en inglés) es la película que honra la vida del joven que fue beatificado por el Papa Francisco por su contribución a la difusión de la religión mediante nuevas tecnologías.
El largometraje documental fue estrenado en diferentes salas de España, México, Colombia y Perú, entre otros países, y este viernes llegó a los cines de Estados Unidos, catalogada como “un fenómeno en las carteleras”.
A lo largo de 75 minutos, la obra ofrece una decena de fuertes testimonios de jóvenes y adultos que vieron un cambio en sus vidas por intercesión de Carlo Acutis. La película recorre también los hitos biográficos del propio adolescente, en parte recreados mediante escenas de ficción que se entrelazan con las declaraciones de quienes lo conocieron.
Entre los testimonios se destaca el de Antonia Alzano, madre del joven beato, que consideró que la película “puede ayudar a realizar nuestro proyecto de santidad”.
En ese sentido, manifestó que la vida de su hijo fue “de donación total a Dios, al prójimo y cómo Carlo lo puso a Él primero en su vida. Una vida así es una vida feliz y exitosa”, manifestó.
“Veo a personas que lo han conocido y sobre todo personas que han recibido gracias de curaciones, de conversión, porque Carlo está ayudando a muchísima gente”, dijo en referencia a los milagros que se le han atribuido al joven, además de las personas a las que su hijo ha inspirado.
Quién fue Carlo Acutis
Carlo Acutis nació en Londres, Reino Unido, el 3 de mayo de 1991 y murió en Monza, Italia, el 12 de octubre de 2006.
Fue un estudiante y aficionado programador de informática que se dedicó a documentar milagros eucarísticos alrededor del mundo y catalogarlos en un sitio web que creó antes de su muerte por leucemia.
“Ofrezco al Señor los sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia Católica, para no tener que estar en el Purgatorio y poder ir directo al Cielo”, aseguró Carlo a sus padres cuando enfermó.
De hecho, cuando la enfermera le preguntaba cómo se sentía, el adolescente respondía: “Hay gente que sufre mucho más que yo”. Además, pedía que no despertaran a su madre porque estaba cansada y “se preocuparía más”.
En ese entonces, pidió la extremaunción y tres días después del diagnóstico, el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, en Italia.
Su cuerpo fue exhumado y se encontró en un estado de incorruptibilidad cadavérica “bien integrado”. Asimismo, fue sometido a un proceso de embalsamamiento y su rostro fue reconstruido, con el fin de preservar su cuerpo.
Los milagros atribuidos a Carlo Acutis
Sabiendo que iba a morir, el “ciber apóstol” ofreció todos sus sufrimientos por la salvación de muchos. Su intercesión resultó decisiva para que un niño brasileño de nombre Matheus, que sufría una mortal malformación congénita en el páncreas, se curara. Este milagro hizo también que el Papa Francisco tomara la decisión de beatificarlo el 10 de octubre de 2020.
Ese mismo año, en medio de la pandemia de Covid-19, un vecino de la ciudad de Rosario de Lerma, Salta, llamado Raúl Alberto Tamer, se contagió de coronavirus y permaneció 33 días en coma. La familia del hombre aseguró que las horas de agonía terminaron cuando la imagen de Acutis fue colocada en sus pulmones para que se curen.
Las pruebas médicas, junto con el testimonio de familiares, fueron presentados en la sede del Vaticano para que el caso se estudie, dado que podría ser el segundo milagro adjudicado al joven y, de esta manera, podría convertirse en santo. /Perfil