Japón se prepara para revolucionar el futuro de la tecnología con el desarrollo de Fugaku Next, la primera supercomputadora zeta-class, cuya construcción comenzará en 2025 y estará operativa para 2030. Este ambicioso proyecto busca consolidar al país como un referente global en informática, especialmente en inteligencia artificial (IA), al alcanzar una velocidad de procesamiento 1.000 veces superior a las supercomputadoras más potentes actuales.
La nueva máquina será capaz de operar en la escala ZETAFLOPS, lo que implica realizar un sextillón de cálculos por segundo. Este avance promete aplicaciones sin precedentes en campos como el cambio climático, la investigación médica y el desarrollo de IA, donde la demanda de potencia computacional es cada vez mayor.
EL SALTO DE EXAFLOPS A ZETAFLOPS: UN HITO TECNOLÓGICO
Actualmente, las supercomputadoras más rápidas del mundo operan en el rango de EXAFLOPS (un quintillón de operaciones por segundo). Fugaku Next romperá esta barrera al introducirse en la escala ZETAFLOPS, lo que representa un avance significativo en el cálculo de datos y simulaciones científicas.
Este tipo de potencia será clave para Japón en áreas estratégicas como el modelado climático avanzado, el diseño de medicamentos y la evolución de modelos de IA. Según la revista Live Science, la iniciativa es una respuesta directa al desafío global de mantenerse competitivo en la carrera tecnológica.
FUGAKU NEXT: EL RETO DE LA EFICIENCIA Y LA SOSTENIBILIDAD
Japón ya cuenta con experiencia en el desarrollo de supercomputadoras de vanguardia. La actual Fugaku, desarrollada por RIKEN y Fujitsu, fue la más rápida del mundo hasta 2022. Sin embargo, el salto a la escala ZETAFLOPS con Fugaku Next plantea desafíos técnicos significativos, particularmente en términos de consumo energético.
Un informe de Nikkei estima que una supercomputadora zeta-class con tecnología actual requeriría tanta energía como 21 plantas nucleares. Este desafío obligará a Japón a desarrollar soluciones más eficientes y sostenibles para garantizar que el proyecto no comprometa su compromiso con la energía limpia.
UNA INVERSIÓN QUE REFLEJA AMBICIÓN
El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT) destinó USD 29 millones para la fase inicial del proyecto, y se estima que el coste total supere los USD 761 millones. El presupuesto incluye investigación y desarrollo para superar las limitaciones actuales de la tecnología y posicionar a Japón como líder en la próxima generación de computación.
Fugaku Next será construida por RIKEN y Fujitsu, quienes también lideraron el desarrollo de Fugaku. Esta colaboración será clave para garantizar compatibilidad con tecnologías existentes y una transición más eficiente hacia la nueva generación de supercomputadoras.
UN DATO CURIOSO
El nombre “Fugaku” hace referencia al Monte Fuji, símbolo de Japón. Así como la montaña representa la majestuosidad del país, el gobierno busca que Fugaku Next simbolice su liderazgo en la cúspide de la innovación tecnológica global.