Fue a teñirse el pelo, le ofrecieron un bótox capilar y terminó en terapia

⚠️ Lo que empezó como una simple visita a la peluquería terminó en internación de urgencia. Una mujer que fue a teñirse el cabello al salón “Quinta Avenida”, en pleno barrio porteño, sufrió una grave reacción alérgica luego de que le ofrecieran, sin advertencias, un “bótox capilar” que resultó ser un químico sin rotular, ni fórmula declarada, ni autorización.

🧪 La Justicia condenó al propietario del local y a una empleada a pagarle a la víctima $520.000 por daños y perjuicios. El fallo fue confirmado por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, que también advirtió sobre el uso de productos alisadores con formol, una sustancia prohibida por la ANMAT.

🏥 El hecho ocurrió el 24 de febrero de 2018. La clienta contó que fue al salón tras ver una recomendación en la web de L’Oréal Argentina. Primero se tiñó el pelo, pero la estilista le ofreció un “bótox capilar” sin explicaciones. Apenas le aplicaron el líquido y lo envolvieron en una toalla, comenzó a sentir ardor, frío, enrojecimiento facial… y luego todo fue una pesadilla.

🤕 Se desmayó dos veces, vomitó y tuvo que ser trasladada en silla de ruedas al Hospital Argerich, donde fue derivada a shock room y sufrió una nueva descompensación. El SAME confirmó que la mujer presentaba signos de intoxicación química, y el olor a amoníaco en el salón era insoportable.

🚔 En el juicio, el dueño del local dijo que la culpa fue de la clienta y negó haberle aplicado el “bótox”, pero los testimonios de las propias empleadas y del médico lo contradijeron. El producto usado estaba en bidones sin etiquetas, comprado al por mayor, según se confirmó.

📄 El fallo judicial señaló que los consumidores no tienen la obligación de probar la composición química exacta de un producto si los responsables no cumplen con el deber básico de seguridad. Y recordó que quien introduce un servicio o producto en el mercado debe garantizar que no cause daño.


📌 Curiosidad que pocos saben:
El llamado “bótox capilar” no tiene nada que ver con la toxina botulínica (el verdadero bótox médico). Es solo un nombre de marketing usado para vender alisadores intensivos, que muchas veces incluyen formol camuflado. El formol es un compuesto tóxico, irritante, y su uso está prohibido en cosmética capilar en Argentina por sus efectos adversos respiratorios y dermatológicos. 🚫🧴