Foster Gillette, el primer inversor atraído por el futbol argentino: ”Esto no se trata de dinero”

Desde el imponente piso 54 de una torre en Puerto Madero, el magnate estadounidense Foster Gillette contempla la vista que incluye la costa uruguaya y el icónico estadio de la Bombonera. Invitado por el empresario Guillermo Tofoni, Gillette, conocido por su fortuna y su historia en el deporte, ha manifestado su interés en ser el primer inversor privado en el fútbol argentino si se concreta la apertura hacia las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). En una entrevista exclusiva con LA NACION, el millonario de 47 años compartió sus planes y su pasión por el fútbol, desafiando la idea de que su interés esté impulsado únicamente por el dinero.

Una inversión movida por la pasión, no por el dinero

Foster Gillette, con un patrimonio estimado en 700 millones de dólares, enfatizó que su interés en el fútbol argentino va más allá de lo financiero. “Esto no se trata de dinero”, afirmó durante la conversación. Gillette, hijo de George Gillette, empresario conocido por su participación en la compra del Liverpool FC y el Harlem Globetrotters, ha estado relacionado con varios clubes europeos y está ahora enfocado en el fútbol argentino.

Su primer contacto con el fútbol argentino fue a través de Javier Mascherano, cuando el mediocampista argentino jugaba para el Liverpool. “La intensidad y el compromiso de Mascherano fueron impresionantes”, recordó Gillette. Su admiración por el fútbol argentino y su deseo de invertir surgen de una profunda conexión emocional con el deporte y su cultura.

Preparativos para la inversión

Gillette ha mantenido reuniones con funcionarios argentinos, incluyendo a Daniel Scioli, el secretario de Deporte de la Nación, para explorar las oportunidades de inversión en los clubes locales. La apertura de los clubes a inversiones privadas y la creación de Sociedades Anónimas Deportivas son temas clave en estas conversaciones. “Estamos realizando el trabajo preliminar para asegurarnos de que esta teoría sea correcta”, explicó el magnate.

Visión a largo plazo

El multimillonario estadounidense destacó que su compromiso con el fútbol argentino es a largo plazo. “Esto es un movimiento social”, subrayó, enfatizando que su objetivo es usar el fútbol para fortalecer comunidades y proporcionar oportunidades a jóvenes jugadores. Gillette, quien aún no ha asistido a un partido en Argentina, está ansioso por experimentar la pasión de los hinchas en persona, comenzando con el partido de Copa Libertadores entre River Plate y Talleres en el Monumental.

Desafíos y expectativas

Gillette es consciente de los desafíos que enfrenta, incluyendo la resistencia de los hinchas y la situación financiera de los clubes argentinos, muchos de los cuales enfrentan problemas de deuda. A pesar de las críticas y el escepticismo, el empresario está dispuesto a demostrar que su enfoque puede beneficiar al fútbol argentino. “La gente verá lo que podemos hacer”, prometió.

La importancia de los hinchas

Para Gillette, el éxito en el fútbol argentino no solo depende de los recursos financieros, sino también de la aceptación de los hinchas y el compromiso con la cultura del club. “El negocio del fútbol no puede existir sin los hinchas”, afirmó. Su objetivo es establecer una relación de colaboración con los clubes, los jugadores y los aficionados para lograr un impacto positivo en el deporte y en la comunidad.

Curiosidad:

Foster Gillette, conocido por su involucramiento en el fútbol europeo, ha llevado su amor por el deporte al siguiente nivel con su propio equipo en el videojuego EA Sports FC, donde cuenta con un plantel lleno de futbolistas argentinos. Su entusiasmo por el videojuego refleja su profundo interés en el fútbol y su deseo de involucrarse en el deporte a todos los niveles.