Lo que empezó como un “embarazo feliz” terminó siendo un espectáculo digno de un capítulo de reality. Kira Cousins, una joven de 22 años, fingió durante meses estar embarazada, organizó un baby shower, mostró ecografías falsas y, cuando llegó el supuesto día del parto, presentó a una muñeca Reborn como si fuera su hija. Sí, una muñeca. Con nombre, peso y todo.
📸 Durante meses, Kira publicó fotos de su “panza” y ecografías en Instagram y TikTok. Incluso celebró la revelación de género y aceptó regalos valuados en cientos de dólares, incluido un cochecito de más de 1.300 dólares. Todo iba viento en popa hasta que la madre de la joven entró a su habitación y descubrió la verdad: la bebé “Bonnie-Leigh” era una muñeca hiperrealista escondida entre las sábanas.
💔 La mentira cayó como un meteorito. Amigos, familiares y hasta el supuesto padre de la niña quedaron destrozados. “Estaba en la cama cuando mi madre descubrió que era una muñeca”, confesó Kira en un video publicado en TikTok, después de que la historia se viralizara y ella fuera señalada como una mentirosa serial.
🍼 Lo más insólito: para hacer más creíble la historia, la joven aseguró que la muñeca tenía un defecto cardíaco y que no permitía que nadie se acercara “por miedo a contagios”. Incluso llegó a decir que la bebé había muerto. El nivel de dramatismo, de manual.
🧠 Tras el escándalo, Cousins se disculpó públicamente: “No estaba embarazada. No había ningún bebé. Lo inventé y lo llevé demasiado lejos”. Aseguró que la muñeca parecía tan real que “podía mover extremidades, cambiar de expresión y hasta hacía pipí”. Bueno, al menos era una muñeca multitasking.
👩⚕️ El episodio volvió a poner bajo la lupa el fenómeno de las muñecas Reborn, réplicas hiperrealistas que pueden costar hasta 2.000 dólares y que, más allá del coleccionismo, se utilizan con fines terapéuticos para personas que sufren infertilidad o duelo perinatal. En este caso, sin embargo, la línea entre terapia y engaño quedó completamente borrada.