Lía Crucet, la indiscutible “reina de la bailanta” y figura emblemática de la música tropical en Argentina, falleció este jueves a los 72 años tras una larga lucha contra un cáncer broncopulmonar. La artista pasó sus últimos días internada en un hospital de Mar del Plata, rodeada de su familia y seres queridos.
UN LEGADO INOLVIDABLE
Conocida por su carisma arrollador y su estilo único, Lía Crucet construyó una carrera que marcó generaciones. Desde los años 80, su voz potente y su presencia magnética conquistaron las pistas de baile, convirtiéndola en una de las máximas exponentes de la música tropical en el país.
Éxitos como La güera Salomé y Qué bello no solo fueron himnos de su género, sino que también la posicionaron como una de las artistas más queridas del público. Su estilo extravagante y su capacidad para conectar con las emociones de la gente la convirtieron en un ícono de la cultura popular argentina.
UNA DESPEDIDA LLENA DE AMOR
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su hija Karina, quien estuvo a su lado durante los momentos más difíciles. “Mi mamá luchó hasta el final con mucha fuerza y valentía. Nos deja un legado de amor y música que siempre estará en nuestros corazones”, expresó en redes sociales.
En los últimos años, Crucet enfrentó problemas de salud que la alejaron de los escenarios, pero su influencia y su música continuaron vigentes, demostrando el impacto que tuvo en la escena tropical.
UN REFERENTE DE LA CULTURA POPULAR
Lía Crucet no solo fue una cantante, sino una referente de un estilo de vida que celebraba la alegría y la conexión con el público. Su partida deja un vacío en la música popular, pero también un legado imborrable que seguirá inspirando a nuevas generaciones.