En diciembre de 2020, un tuit del director de TED, Chris Anderson, anunciaba el inicio de un experimento social inédito que prometía ser emocionante y potencialmente transformador. Así comenzó el #MysteryExperiment, donde 200 personas de diferentes partes del mundo recibieron 10 mil dólares con la única condición de gastarlos en tres meses sin poder ahorrarlos, invertirlos o utilizarlos en actividades ilegales.
El estudio, financiado por una pareja de filántropos y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Columbia Británica y de la Universidad de Yale, tenía como objetivo entender en qué gastarían el dinero las personas al recibir un ingreso inesperado. Los resultados, publicados en la revista Psychological Science, revelaron aspectos sorprendentes sobre la generosidad y las prioridades de los participantes.
LA GENEROSIDAD, UNA CONSTANTE SORPRENDENTE
Uno de los hallazgos más notables fue que, en promedio, los participantes gastaron alrededor del 64% de los 10 mil dólares en compras que beneficiaron a otros. Esto incluyó donaciones a organizaciones benéficas y gastos en favor de terceros, totalizando una media de 6.431 dólares destinados a generosidad. Incluso, cuando se excluyó al 15% de los participantes que acertaron el propósito del estudio, la cifra permaneció prácticamente sin cambios.
Ryan Dwyer, líder del estudio, comentó a Infobae que la consistencia en el gasto generoso fue notable tanto en países de altos ingresos como en aquellos de bajos ingresos. A pesar de que el impacto del dinero varió significativamente -representando solo un aumento del 10% en los ingresos para algunos y duplicando los ingresos anuales para otros-, la proporción dedicada a generosidad se mantuvo estable.
DIFERENCIAS CULTURALES Y USOS DEL DINERO
Los participantes, procedentes de Brasil, Indonesia, Kenia, Australia, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, mostraron patrones de gasto variados. Sin embargo, los bienes duraderos, experiencias y gastos en ropa y vivienda fueron comunes en todos. Säde Stenlund, investigadora de la Universidad de Columbia Británica, destacó que muchos usaron el dinero en múltiples categorías, con un patrón recurrente en gastos destinados a sus madres.
HISTORIAS DE GENEROSIDAD
Entre las historias destacadas, Kirk Citron, un participante de Estados Unidos, decidió donar todo el dinero a Humanity Now, una organización que ayuda a refugiados. Inspirado por la generosidad de los benefactores del experimento, Citron logró que otros donantes se unieran a él, recaudando un total de 27 mil dólares.
Una curiosidad del estudio fue un participante que distribuyó billetes de 10 dólares a cien extraños al azar, creando su propio mini-experimento social.
CONCLUSIÓN
El estudio arroja luz sobre la generosidad innata en las personas, independientemente de sus circunstancias económicas. Los resultados desafían la noción de que solo los económicamente acomodados están en posición de ser generosos y subrayan la capacidad humana de empatía y altruismo.
Este experimento no solo ofrece una visión de cómo las personas utilizan un ingreso inesperado, sino que también destaca la posibilidad de que actos de generosidad puedan inspirar más generosidad en otros, creando un efecto dominó positivo en la sociedad.