¿Qué pasa cuando una mujer se atreve a desafiar todo lo que le dijeron que no podía hacer?
Viviana Rivero lo responde con pluma firme y alma encendida en “Mujer y maestra en un mundo de hombres”, una novela que no solo rescata el valor de educar, sino también el coraje de abrir camino donde antes no lo había.
La historia se sitúa en el siglo XIX, en un país que recién empieza a acomodarse entre guerras, pasiones políticas y la fuerza de lo cotidiano. Allí aparece ella: una mujer decidida a convertirse en maestra, aun cuando eso signifique pelear con el poder, la costumbre y el mandato social.
Pero no esperes un relato denso ni encerrado en el pasado. Al contrario: lo que hace Viviana Rivero con este libro es tender un puente entre esa época y la nuestra. Porque, aunque cambien los escenarios, la pregunta sigue latiendo: ¿qué lugar ocupamos las mujeres en los relatos que construyen el mundo?
La protagonista no solo enseña a leer y escribir, también enseña con el ejemplo: a ser libre, a resistir con inteligencia, a educar sin claudicar en un mundo que todavía mira de reojo a quienes no siguen el libreto. Hay romanticismo, sí. Hay lucha. Pero sobre todo hay una convicción poderosa: educar también puede ser un acto revolucionario.
Porque no es solo una novela de época, es una historia que resuena con quienes crecieron entre expectativas ajenas y eligieron el camino propio. Porque es profundamente actual: cuando todavía discutimos por qué hay tan pocas mujeres en cargos de poder, o por qué educar en igualdad sigue siendo un desafío, este libro se siente como una conversación pendiente que por fin encuentra voz.
“Mujer y maestra en un mundo de hombres” se devora rápido, pero deja huella. No es solo una historia para emocionarse: es una historia para recordarnos que todas, en algún momento, fuimos —o somos— esa mujer que decide levantarse, enseñar y escribir su nombre con letra propia.