Adrián Díaz, un emprendedor español radicado en China desde 2006, desnudó en un podcast lo que muchos sospechan, pero pocos dicen: en varias empresas chinas se retienen hasta tres meses de sueldo a los nuevos empleados como “garantía de fidelidad”. Sí, tal como suena: empezás a trabajar y no cobrás un peso hasta el cuarto mes.

📉 La lógica detrás de esta práctica es tan brutal como eficiente: evitar que los trabajadores se vayan apenas reciben una mejor oferta, en un país donde el desempleo es negativo y sobra el trabajo.
📆 El dinero retenido suele pagarse durante el Año Nuevo Chino, momento en el que muchos empleados se replantean cambiar de empleo. Hasta ese entonces, están atados por un “colchón económico” que los mantiene en la empresa.
🧮 La cultura laboral en China prioriza la productividad y la rentabilidad por sobre la estabilidad o el bienestar emocional. El trabajo no es una fuente de realización, sino un medio de supervivencia que se mide en yuanes por minuto.

🕰️ A eso se suma el sistema laboral “996”: jornadas de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana. Cuando Díaz quiso implementar descanso los fines de semana, sus empleados lo miraron raro, y no es una forma de decir: pensaron que su empresa iba mal económicamente.
😳 Incluso su secretaria, tras aceptar tener sábados y domingos libres, se buscó otro trabajo en esos días. “No voy a quedarme en casa mientras todos trabajan”, le dijo. En serio.
🤖 La lealtad emocional hacia el empleador, esa idea tan occidental de “sentirse parte de la empresa”, allá no aplica. Si la fábrica de enfrente paga un centavo más, se van. Y nadie se ofende.
🧠 Curiosidad que no sabías:
El famoso sistema “996” (9 horas a 9 de la noche, 6 días por semana) fue impulsado por gigantes tecnológicos como Alibaba y Huawei, y aunque genera controversia, no es ilegal en China. Jack Ma, fundador de Alibaba, llegó a decir que trabajar 996 es “una bendición”. Lo que para unos es bendición, para otros es directamente esclavitud.