Empleados de Tesla aseguran que la empresa de Elon Musk envenena el medio ambiente por su mala gestión de desechos

Denuncias de exempleados y un informe del The Wall Street Journal ponen en jaque a Tesla, la empresa liderada por Elon Musk, tras revelarse prácticas negligentes en la gestión ambiental en sus plantas de Texas y California. Mientras la compañía se proyecta como líder en movilidad eléctrica y sostenibilidad, las acusaciones podrían empañar esa imagen y desencadenar graves consecuencias legales y reputacionales.

EL EPICENTRO DE LA CONTROVERSIA: LA PLANTA DE AUSTIN

La planta de ensamblaje de Tesla en Austin, pieza clave para alcanzar su meta de producir 20 millones de vehículos eléctricos para 2030, se encuentra bajo escrutinio tras ser señalada por la mala gestión de residuos peligrosos y emisiones tóxicas. Según exempleados, problemas como hornos de fundición defectuosos habrían liberado gases peligrosos durante meses, exponiendo tanto al ambiente como a los trabajadores a riesgos innecesarios.

Además, se reportaron temperaturas internas extremas, superiores a los 38°C, como resultado de estos desperfectos, lo que refleja una posible falta de inversión en condiciones seguras y sostenibles para operar.

DENUNCIAS Y SUPUESTOS ENCUBRIMIENTOS

Un exempleado aseguró que Tesla habría presionado a su personal para manipular condiciones y pasar pruebas de emisiones gubernamentales, una práctica que de confirmarse podría representar graves violaciones a las normativas ambientales. La Agencia de Protección Ambiental de Texas ha iniciado una investigación preliminar, aunque los resultados podrían tardar meses.

Este patrón no es nuevo para la empresa. En Fremont, California, Tesla acumula más advertencias por contaminación del aire que casi cualquier otra instalación en el estado, solo superada por una refinería de Chevron.

¿INNOVACIÓN A CUALQUIER COSTO?

Musk, conocido por su postura crítica hacia las regulaciones ambientales, ha calificado las normativas como “trabas para la innovación”. Según insiders, esta filosofía podría haber calado en la cultura de Tesla, priorizando la producción sobre el cumplimiento normativo.

Mientras tanto, la empresa ha evitado responder a los cuestionamientos del Wall Street Journal, lo que aumenta las dudas sobre su compromiso con la sostenibilidad.

¿QUÉ IMPLICA ESTO PARA EL FUTURO DE TESLA?

La creciente presión sobre Tesla pone en jaque su reputación como líder de la transición hacia un futuro más verde. Además, las acusaciones también salpican a SpaceX, otra empresa de Musk, señalada por supuestos vertidos de residuos no autorizados en Texas.

Si bien la industria de vehículos eléctricos sigue en auge, el escándalo podría desviar inversores y clientes que consideran la sostenibilidad como un factor clave.

UN DATO CURIOSO

El mismo Musk que desafía las regulaciones medioambientales fue elogiado en 2021 por instalar paneles solares en una planta de Tesla como símbolo de sostenibilidad. Hoy, esos esfuerzos contrastan con las denuncias, dejando una pregunta en el aire: ¿Es Tesla realmente verde o simplemente lo aparenta?