El empresario tecnológico Elon Musk y el ex precandidato republicano Vivek Ramaswamy detallaron su visión para una profunda reestructuración del gobierno estadounidense bajo una eventual presidencia de Donald Trump. En una columna publicada en The Wall Street Journal, ambos revelaron los planes del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que dirigirán como voluntarios.
La iniciativa busca reducir la burocracia, eliminar regulaciones inconstitucionales y auditar los gastos federales, promoviendo un enfoque de “gobierno pequeño” que, según los líderes, devolverá el poder a los ciudadanos y reducirá el tamaño del aparato estatal.
LOS PILARES DE LA REFORMA
El plan se basa en tres pilares principales:
- Eliminación de regulaciones: DOGE revisará las normas vigentes a la luz de fallos recientes de la Corte Suprema, como West Virginia v. EPA, para anular aquellas que excedan la autoridad legal del Congreso.
- Reducción de personal: Proponen ajustar el tamaño de la plantilla federal a las funciones estrictamente necesarias, incentivando jubilaciones anticipadas y transiciones al sector privado.
- Ahorro fiscal: DOGE auditará gastos no autorizados, incluyendo subvenciones a organismos internacionales y contratos federales, para identificar áreas donde se puedan realizar recortes significativos.
UN CAMBIO DE PARADIGMA
Musk y Ramaswamy destacan que, al operar como empresarios y no políticos, su enfoque está orientado a la eficiencia y la transparencia. También subrayaron que la iniciativa tiene un límite de tiempo: el 4 de julio de 2026, coincidiendo con el 250.º aniversario de la independencia de Estados Unidos.
“Nuestro objetivo es que DOGE deje de ser necesario”, afirmaron en su artículo, definiendo su misión como un esfuerzo temporal para corregir las fallas estructurales del sistema federal.
UNA VISIÓN CONTROVERTIDA
La propuesta ha generado reacciones divididas. Sus defensores ven en DOGE una oportunidad histórica para recortar el gasto público y reducir el tamaño del gobierno, mientras que los críticos advierten que estas medidas podrían desmantelar programas esenciales y concentrar demasiado poder en el Ejecutivo.
Como dato curioso, el acrónimo “DOGE”, que coincide con el nombre de la popular criptomoneda inspirada en un meme, no pasó desapercibido en redes sociales, donde algunos señalaron la ironía de la elección. Aunque no está claro si fue intencional, el nombre ha ayudado a generar mayor visibilidad para una propuesta que promete sacudir los cimientos del aparato gubernamental estadounidense.