El teléfono rojo vuelve a sonar en Gran Hermano y provoca un rotundo cambio en la placa de nominados

En una semana cargada de emociones en la casa más famosa del país, Gran Hermano, un elemento inesperado cambió drásticamente el panorama de cara a la gala de eliminación. El teléfono rojo, ausente durante tres semanas, hizo su regreso sorpresa, desencadenando una serie de eventos que sacudieron la dinámica del juego.

La noche comenzó con una nota de suerte para Emmanuel, quien luego de perder sus privilegios como líder de la semana, ganó un importante beneficio al atender el teléfono rojo. Rápidamente, Santiago del Moro detalló los premios que recibiría el participante: una noche de sushi para dos personas, el doble de votos para la próxima semana si permanecía en la casa, y la oportunidad de subir dos jugadores más a la placa de nominados esa misma noche.

Con sorpresa y alegría, Emmanuel recibió la noticia y aprovechó su oportunidad para modificar la placa a su gusto, subiendo a Paloma y a Mauro. Mientras tanto, el líder actual de la casa, Manzana, mantuvo su estrategia inicial y anunció su decisión de salvar a Martín de la placa, argumentando afinidad con él y analizando las acciones de los demás participantes.

El cambio en la placa dejó a todos sorprendidos, especialmente a Coty, quien apenas días después de ingresar a la casa, se encuentra nominada, desafiando sus planes estratégicos. Con el apoyo del público, buscará ganarse la confianza del grupo y seguir adelante en su camino hacia la final.

En Gran Hermano, donde las emociones están a flor de piel, cada decisión puede marcar la diferencia entre la permanencia y la eliminación.

Curiosidad: En la edición anterior de Gran Hermano, un participante logró ingresar a la casa usando una llave de la casa de al lado, generando un gran revuelo y obligando a una revisión exhaustiva de los sistemas de seguridad del programa.