En el contexto del National Album Day, celebrado el sábado 18 de octubre en Reino Unido, la Official Charts Company reveló una lista que hará emocionar a más de un rockero nostálgico: los 40 discos de rock y metal más vendidos del siglo XXI. Spoiler: el emo, el punk y el nu metal se negaron a morir… y encima facturaron.
🏆 En la cima del ranking está “American Idiot” de Green Day, el álbum conceptual lanzado en 2004 que acumuló más de 2,6 millones de unidades combinadas entre ventas físicas, digitales y reproducciones. Veintiún años después, el disco no solo sigue resonando, sino que fue coronado como el álbum de rock más vendido de este siglo en tierras británicas.
🎤 Billie Joe Armstrong, líder del trío californiano, reaccionó al reconocimiento con una declaración igual de intensa que el disco:
“Hicimos American Idiot como una declaración profundamente humana de desafío: contra el miedo, contra las mentiras, contra la apatía. Fue arriesgado, fue ruidoso, fue personal, y lo cambió todo para nosotros.”
💥 Y sí, American Idiot fue todo eso. Un grito político post 11-S, una ópera punk para adolescentes con angustia y un álbum que definió una era para millones. A veinte años de su lanzamiento, sigue sonando en vinilos, playlists y fiestas de gente que dice “antes el rock era otra cosa”.
🎧 Completando el podio del ranking:
🥈 En segundo lugar, “Hybrid Theory” (2000) de Linkin Park, con más de 2 millones de unidades.
🥉 En tercer lugar, “Permission To Land” de The Darkness (2003), que supera 1,45 millones.
🔥 El top 5 sigue con:
4️⃣ “Fallen” de Evanescence (2003) – 1,35 millones
5️⃣ “Black Holes & Revelations” de Muse (2006) – 1,22 millones
🖤 Y entre los 10 primeros también aparecen joyas del emo, el metal alternativo y el rock comercial: My Chemical Romance, Nickelback (sí, dos veces), Limp Bizkit, y otro disco de Linkin Park (Meteora).
📌 Curiosidad de garage: Cuando Green Day presentó por primera vez American Idiot a su discográfica, el álbum anterior en el que estaban trabajando había sido robado de un estudio. Lejos de intentar recuperarlo, decidieron empezar de cero… y crear su obra más icónica. A veces perderlo todo es el mejor punto de partida.
