El poder secreto de los hobbies: cómo entrenar la alegría para la vida que viene

Mis hijos estallaron en una carcajada cuando me escucharon decirle “opíparamente” al mozo que preguntó cómo habíamos comido. Yo solo pensaba: comer con abundancia, doce letras. Y siguiendo con la O: palabra que reproduce el sonido que nombra. Once letras. Onomatopeya. ✏️ Encontrar la palabra justa es mi superpoder, y el de todas las que crecimos haciendo crucigramas en el colectivo, en las tardes eternas de verano y, ahora, en las noches en vela.

🧠 Crucigramas, rompecabezas, juegos de cartas o de mímica tienen algo en común con tejer o trabajar en el jardín: son gimnasia mental disfrazada de entretenimiento. Pasatiempos que solemos abandonar porque “hay cosas más importantes que hacer”. Pero cuando se detiene la rueda —los hijos crecen, el trabajo se afloja—, el día se vuelve larguísimo y aparece el silencio. No estás sola ni deprimida: estás aburrida.

📚 En septiembre de 2023, investigadores del University College London analizaron datos de más de 93.000 personas mayores de 65 años y descubrieron que quienes tenían hobbies activos mostraban menos síntomas depresivos y mayor satisfacción con la vida. Los científicos concluyeron que los pasatiempos son un factor protector tan potente como el ejercicio físico moderado.

🧩 Armar un rompecabezas, por ejemplo, es una clase de neurociencia aplicada: buscar el marco, agrupar colores, ejercitar la atención sostenida. Mientras acomodás piezas, tu cerebro fortalece memoria, planificación y percepción visoespacial. Es como ir al gimnasio, pero con sinapsis y neuronas.

🌱 Los especialistas en longevidad advierten que esta generación vivirá más años que ninguna otra, y eso exige entrenamiento mental desde antes. No se improvisa a los 70: se cultiva a los 40 o 50, como quien cuida una planta. El ocio no es un descanso de la vida: es la vida ensayando su próxima etapa.

🎭 En Japón y Europa, los talleres de jardinería, caligrafía o juegos de mesa para mayores ya se usan como prevención del aislamiento y la depresión. En Buenos Aires, clubes de lectura, coros y clases de ajedrez cumplen esa misma función: mantener viva la mente y la conversación.

🪴 La jardinería, además, tiene beneficios comprobados: reduce ansiedad, mejora la dieta y aumenta la actividad física. “Plantar es pensar con las manos”, decía mi abuela. Y tenía razón.

📺 Cuando dejamos la rutina laboral, muchas veces confundimos descanso con desconexión total. Creemos que mirar series es “descansar”, pero los neurólogos advierten que el exceso de pantallas no entrena la mente: la adormece. Ver The Crown no es lo mismo que bordar una corona: en una observás; en la otra, creás.

💬 El ocio, entendido como tiempo activo, nos devuelve el rol de protagonistas. Escribir, pintar, cocinar, tocar un instrumento o cuidar un jardín no son pérdidas de tiempo: son formas de construir memoria, atención, alegría y sentido.

⏳ Porque si llegamos a los setenta sin haber practicado el ocio, corremos el riesgo de confundir libertad con vacío. Pero si llegamos con curiosidad, juego y pasatiempos, ese mismo tiempo puede volverse nuestro mejor aliado.