En el Hospital Universitario de Brest, Francia, los trabajadores han implementado una controvertida medida para visibilizar la crisis en el sistema de salud. Desde el 15 de julio, han comenzado a anotar en un “muro de la vergüenza” los nombres y las iniciales de pacientes mayores de 75 años que han esperado más de 12 horas en la sala de urgencias. La pared, inicialmente destinada a pocas notas, ha crecido exponencialmente, reflejando la gravedad del problema, con más de un centenar de nombres registrados hasta ahora.
Este mural es el resultado de una problemática que lleva meses agravándose: la falta de personal y camas en los hospitales, una situación que se intensifica durante el verano. Según la Confederación General del Trabajo (CGT), desde el 10 de julio, al menos 130 personas mayores han estado en esta situación, 40 de las cuales esperaron más de 20 horas para recibir atención. Un estudio de la AP-HP alerta sobre el riesgo que implica pasar una noche en urgencias para este grupo etario, aumentando la mortalidad en un 40%.
El ministro delegado encargado de Salud y Prevención, Frédéric Valletoux, reconoció que al menos cincuenta hospitales franceses se encuentran bajo una tensión similar debido a la escasez de personal. Aunque el tiempo de espera promedio en emergencias en el Hospital de Brest ha sido de 10 horas y 58 minutos para los mayores de 75 años, los tiempos pueden superar las 23 horas en algunos casos, según cifras oficiales.
La dirección del hospital, por su parte, ha defendido que los retrasos se deben a la necesidad de realizar exámenes complementarios para garantizar un diagnóstico preciso. Además, han señalado la apertura de 58 nuevas camas en los últimos años como un intento de aliviar la presión.
Curiosidad: Este tipo de “muros de la vergüenza” no es nuevo en el ámbito de la salud. En 2016, un hospital en Reino Unido también implementó una iniciativa similar, desatando un debate público sobre las condiciones en las que se encuentran los sistemas de salud en Europa.