El misterio del latido de la Tierra: el microsismo que se repite cada 26 segundos desde hace seis décadas

Cada 26 segundos, la Tierra emite un pulso sísmico regular que se detecta en estaciones de todo el planeta. El fenómeno, localizado en el Golfo de Guinea, intriga a la ciencia desde los años sesenta: ni el océano ni la actividad volcánica alcanzan a explicar cómo se sostiene una vibración tan estable y persistente.


Un hallazgo inesperado

En la década de 1960, el geólogo Jack Oliver, del Observatorio Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, detectó en los registros sísmicos una señal distinta: un microsismo monocorde, con un periodo de 26 segundos, que se repetía durante días y se propagaba por todo el planeta. En 1962 publicó sus hallazgos y abrió un debate científico que aún continúa.


El Golfo de Guinea bajo la lupa

Las mediciones apuntan a un epicentro en la costa occidental de África, cerca de la bahía de Bonny y la isla de Santo Tomé. Allí, marinos y capitanes reportaron oleajes extraordinarios capaces de dañar embarcaciones y sobrepasar muros portuarios, lo que reforzó la hipótesis de que el pulso podría estar vinculado con olas de gran periodo golpeando la plataforma continental africana.


Hipótesis en disputa

A lo largo de las décadas, los estudios oscilaron entre dos posibles causas:

  • Procesos oceánicos: tormentas lejanas que generan olas largas, capaces de viajar miles de kilómetros hasta el Golfo de Guinea.
  • Procesos volcánicos o hidrotermales: actividad magmática en el subsuelo marino, pese a la ausencia de volcanes activos visibles en la zona.

En 2006, investigaciones con nuevas redes sísmicas confirmaron que la señal correspondía a ondas Rayleigh que viajaban a unos 3,5 km por segundo. Sin embargo, su regularidad y potencia seguían sin encajar del todo en el modelo oceánico.


Nuevas pistas, viejas dudas

En 2013, un estudio publicado en Geophysical Journal International reveló la existencia de dos focos distintos en el Golfo de Guinea:

  • Uno cercano al volcán de Santo Tomé, con frecuencia volcánica.
  • Otro, el célebre microsismo de 26 segundos (0,038 Hz), sin explicación convincente.

La hipótesis oceánica perdió fuerza y la volcánica no halló pruebas concluyentes.


Los “glides” que desconciertan a la ciencia

En 2023, una investigación publicada en Nature Communications Earth & Environment descubrió que, en ciertos periodos, el pulso se acompaña de deslizamientos de frecuencia o glides, pequeñas variaciones que duran días. Esta regularidad sugiere un mecanismo físico desconocido, capaz de producir señales constantes y armónicas al mismo tiempo.


El enigma que persiste

Después de más de seis décadas de observaciones, el microseísmo de 26 segundos sigue sin una explicación definitiva. Para algunos científicos, podría tratarse de un “tambor natural” en el Golfo de Guinea, donde la geografía amplifica el impacto de las olas. Para otros, la clave estaría en procesos volcánicos ocultos bajo el lecho marino.

Mientras tanto, el planeta mantiene su misterioso latido, un eco que atraviesa océanos y continentes y que recuerda a la ciencia cuánto queda aún por descubrir sobre la dinámica profunda de la Tierra.