El misterio de los Sherpas del Himalaya: Su secreto genético para resistir las alturas

Los sherpas, habitantes del altiplano del Himalaya durante milenios, desafían las adversidades de la altitud de una manera que desafía la lógica. A una altura de 5.000 metros sobre el nivel del mar, donde la falta de oxígeno y el agotamiento son desafíos constantes, los sherpas parecen prosperar, trasladando cargas pesadas con una facilidad que asombra a los observadores.

Los científicos han estudiado meticulosamente a estos súper humanos para descubrir su secreto. Federico Formenti, investigador en Fisiología del King’s College de Londres, lideró un estudio que reveló cómo los sherpas pueden resistir condiciones tan hostiles. Tras realizar experimentos en los senderos montañosos del Himalaya, donde los sherpas llevaban cargas de hasta 45 kilos a alturas vertiginosas, Formenti descubrió que estos individuos producen un 30% más de energía y requieren menos oxígeno que el montañista promedio.

La clave de esta hazaña radica en la adaptación biológica de los sherpas al entorno de gran altitud. Estudios genéticos dirigidos por Tatum Simonson de la Universidad de California, San Diego, revelaron una serie de mutaciones genéticas que les permiten a los sherpas vivir y prosperar en un ambiente hipóxico como si fuera algo cotidiano.

Los sherpas poseen una sangre menos espesa y menos hemoglobina, lo que les permite una circulación sanguínea más eficiente y menos presión sobre el corazón en altitudes extremas. Además, tienen pulmones más eficientes, mayor volumen de plasma y más óxido nítrico circulante, todos factores que aumentan el flujo sanguíneo y garantizan un suministro de oxígeno adecuado.

Si bien el entrenamiento desempeña un papel importante en la capacidad de los sherpas para enfrentar las alturas, su rendimiento superior se debe principalmente a sus genes adaptados a la vida en las alturas. A través de cientos de generaciones, los sherpas han heredado adaptaciones fisiológicas que los convierten en maestros de la montaña.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre el enigma de la resistencia de los sherpas, sino que también ofrece perspectivas valiosas sobre cómo el cuerpo humano puede adaptarse a entornos extremos. Los sherpas continúan siendo una fuente de inspiración y asombro, recordándonos la asombrosa capacidad de la naturaleza para encontrar soluciones incluso en los entornos más desafiantes.