El mensaje secreto de un niño en Auschwitz que resistió el olvido: la última señal de Amos Steinberg

Entre miles de zapatos infantiles almacenados en una vitrina del Museo de Auschwitz, uno, pequeño y de cuero marrón claro, escondía un secreto que desafió el paso del tiempo. Su suela desgastada ocultaba un pedazo de papel, doblado, amarillento, pero intacto. Era un mensaje. Un susurro escrito a lápiz en medio del horror.

✍️ “Steinberg Amos, niño, número 5710, nacido el 26 de junio de 1938”, decía el documento. Esas palabras, escritas con trazo tembloroso, devolvieron a la vida, por un instante, al niño judío nacido en Praga y asesinado en Auschwitz.

🕯️ El hallazgo ocurrió en 2022, gracias al trabajo meticuloso de Elżbieta Cajzer, jefa de Colecciones del museo. Al abrir el forro del calzado, una restauradora encontró el papel. Al principio, no pudieron leerlo. La tinta de grafito parecía a punto de desvanecerse, como si el tiempo conspirara con el silencio.

🧵 Pero la resistencia de ese papel era también la resistencia de una madre. Aliza Steinberg, su madre, probablemente fue quien lo escondió, sabiendo que su hijo y ella estaban condenados. Un acto doméstico convertido en legado histórico.


👨‍👩‍👦 La familia Steinberg vivía en Praga. Amos nació en 1938, justo cuando Europa empezaba a temblar bajo las botas del nazismo. Fueron deportados al gueto de Theresienstadt en 1942 y luego enviados a Auschwitz. Allí, Ludwig, el padre, fue separado de su esposa e hijo. Sobrevivió. Aliza y Amos murieron en una cámara de gas.

🧳 Años antes del descubrimiento del papel, otra pieza con el apellido Steinberg había sido catalogada: una valija con el nombre de Ludwig Steinberg, su fecha de nacimiento y la dirección de su casa en Praga. El número 5710 también estaba allí, bordado, como una cicatriz burocrática. Solo el zapato de Amos reveló la conexión: padre e hijo, separados por el campo, reunidos en una vitrina.


📁 Las cifras del horror abruman: más de 232.000 niños pasaron por Auschwitz. Solo el 10% sobrevivió. Entre más de 8.000 pares de zapatos infantiles conservados, solo uno tenía un mensaje con nombre y fecha. Uno solo.

🗣️ Wojciech Płosa, director del Archivo del museo, explicó:
—Tenemos nombre y fecha de nacimiento. Eso nos basta para recuperar, aunque sea un instante, a esa familia.

🧒 En el museo, un niño visitante preguntó, señalando el zapato:
—¿Ese zapato es de un niño como yo?
La restauradora respondió:
—Sí. Tenía tu edad. Se llamaba Amos.


💔 El testimonio de Amos Steinberg es más que una anécdota. Es una respuesta a la deshumanización. En un régimen que convertía personas en números, una madre protegió el nombre de su hijo con aguja, hilo y desesperación.

💡 Curiosidad histórica que pocos conocen: en el Museo de Auschwitz, entre más de 110.000 objetos personales conservados, solo se han encontrado cinco mensajes escondidos en pertenencias infantiles. El de Amos es el único con nombre completo, número de identificación y fecha de nacimiento.

🕊️ Entre cenizas y números, la historia de Amos sobrevive. Porque un corazón de madre, cosido bajo una suela, puede latir incluso ochenta años después.