El 8 de agosto de 1969, en un caluroso mediodía, los Beatles salieron de los estudios de EMI y descendieron las escaleras para tomarse la emblemática foto en el cruce peatonal de Abbey Road, una calle situada en St John’s Wood, Londres. Esta imagen se convertiría en la portada del último álbum grabado por la legendaria banda de Liverpool antes de su separación definitiva tras su última sesión juntos el 20 de agosto.
La portada, que no lleva ningún título ni nombre, fue concebida a partir de un boceto rudimentario realizado por Paul McCartney días antes, para dar una dirección clara al fotógrafo Iain Macmillan. Amigo de John Lennon y Yoko Ono, el fotógrafo escocés añadió en la esquina superior derecha del dibujo la idea que finalmente se concretaría en la famosa fotografía.
Durante la sesión, un policía fue contratado para detener el tráfico mientras Macmillan, subido a una escalera en medio de la calle, capturaba seis imágenes con una cámara Hasselblad, utilizando un objetivo de 50 mm, una apertura de f22 y una exposición de 1/500 segundos. Linda McCartney también estuvo presente, tomando fotos adicionales para documentar el detrás de escena.
Paul McCartney fue el encargado de revisar las transparencias y, de las seis tomas, eligió la quinta para que fuera la portada del álbum.
Inicialmente, el álbum iba a llamarse “Everest”, en referencia a una marca de cigarrillos que fumaba el ingeniero de sonido Geoff Emerick, y la banda incluso consideró viajar al Himalaya para una sesión de fotos con el monte Everest de fondo. Sin embargo, con un disco retrasado y las tensiones internas aumentando, ese plan fue abandonado. Paul sugirió entonces un nombre más sencillo y la sesión de fotos se realizó justo enfrente del estudio, en una sesión que duró apenas diez minutos, evitando así la logística que hubiera sido necesaria para el viaje al Himalaya.
En cuanto a la vestimenta de los Beatles para la icónica foto, la mayoría de los trajes fueron confeccionados por Edward Sexton, un sastre de renombre en la época. John Lennon lució un traje blanco diseñado por Ted Lapidus, Ringo Starr vistió un traje negro con camisa blanca y corbata, y Paul McCartney optó por un traje azul, aunque sin calzado. George Harrison, en cambio, rompió con el estilo formal de los otros y llevó camisa y pantalones de jean.
La portada de “Abbey Road” también dio pie a varias teorías conspirativas, entre ellas la que sugería que Paul McCartney había muerto en un accidente en 1966 y que había sido reemplazado por un doble. Algunos fans interpretaron la imagen del cruce peatonal como una procesión fúnebre: John Lennon, de blanco, como el sacerdote; Ringo, de negro, como el enterrador; y George Harrison, en jeans, como el sepulturero. Paul, descalzo y con un cigarrillo en la mano derecha, cuando es zurdo, sería el propio difunto. Además, la matrícula del Volkswagen blanco que aparece en la foto, “LMW 281F”, fue interpretada como “Linda McCartney Widow” (Linda McCartney viuda) y la edad que tendría Paul si estuviera vivo.
Finalmente, el diseño de la portada fue obra de John Kosh, director creativo de Apple Records. Kosh decidió que la portada no llevara ni el nombre de la banda ni el título del álbum, confiando en que la fama de los Beatles haría innecesaria cualquier identificación.