Jerome Lester Horwitz, más conocido como Curly, dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento como uno de los icónicos “Chiflados” de la famosa serie cómica “Los Tres Chiflados”. Sin embargo, detrás de la pantalla, Curly también fue reconocido por su corazón solidario, especialmente hacia los perros abandonados.
A lo largo de su vida, Curly rescató a más de 5 mil perros de las calles, convirtiéndose en uno de los primeros defensores de los animales del siglo pasado. Su amor por los perros era tan profundo que incluyó una cláusula especial en su contrato con Columbia Pictures, permitiéndole llevar a sus amados canes al set de grabación para no dejarlos solos mientras trabajaba.
El amor de Curly por los perros no se limitaba a su vida laboral. Fuera del set, era común verlo detenerse en cualquier camino para rescatar a perros desamparados y darles un hogar. Incluso, se ocupaba personalmente de buscar familias adoptivas para cada uno de ellos.
Sin dudas, fue uno de los primeros rescatistas del siglo pasado. En su hogar convivía con dos perros de raza Collies, un Cocker Spaniels, algunos Schnauzers miniatura y un Boxer.
En el libro “Curly: An Illustrated biography of the Superstooge”, de Joan Howard Maurer (la hija de Moe Howard), cuenta sobre el carácter de esos perros, a los que califica como “los engreídos del tío”. “Algunos ladraban hasta el cansancio, otros eran ariscos, pero todos eran perros de un solo dueño y amaban únicamente a Curly. Para Curly, sus compañeros caninos no le pedían mucho, siempre eran afectuosos, costaba muy poco dinero cuidarlos y eran leales para siempre”.
Este gesto de solidaridad no solo revela la bondad de Curly, sino que también destaca su compromiso con una causa noble. Su legado va más allá de las risas que generaba en la pantalla; es un recordatorio de la importancia de cuidar y proteger a los seres más vulnerables de nuestra sociedad, incluidos nuestros amigos de cuatro patas.
Curiosidad relacionada: En una escena memorable de la serie, Curly improvisó un ladrido de perro, mostrando así su profundo apego y admiración por sus fieles compañeros caninos.
