Bruce McArthur, un jardinero amable y aparentemente inofensivo que solía hablar de sus hijos y su nieta, fue responsable de una serie de asesinatos que sacudieron a la comunidad de Toronto. Entre 2010 y 2017, McArthur asesinó a ocho personas, todas pertenecientes a la comunidad homosexual del Village gay, y enterró sus cuerpos desmembrados en las macetas de sus clientes.
La detención de McArthur ocurrió en enero de 2018, luego de años de negligencia policial y una falta de investigación adecuada sobre las desapariciones en la comunidad gay. El jardinero había logrado evadir a la justicia gracias a su apariencia de hombre trabajador y familiar. La revelación de sus crímenes dejó perplejos a muchos de sus clientes y vecinos, quienes nunca sospecharon de sus atroces actos.
Un Vecino Amable con un Oscuro Secreto
Karen Fraser Smith y su esposo Ron Smith, clientes de McArthur, fueron testigos de la horrorosa verdad cuando la policía desenterró restos humanos de las macetas de su jardín. Bruce McArthur, quien cuidaba de sus plantas y tenía acceso al galpón de herramientas, utilizaba el jardín de los Smith como un cementerio clandestino. La pareja nunca sospechó que el hombre que cuidaba su jardín también era un asesino en serie.
McArthur seleccionaba a sus víctimas en bares o mediante aplicaciones de citas, prefiriendo hombres homosexuales y a menudo inmigrantes que frecuentaban el Village gay. Su modus operandi incluía el desmembramiento de los cuerpos y su entierro en las macetas de sus clientes.
El Error que Condujo a Su Captura
El 26 de junio de 2017, Andrews Kinsman, una de sus víctimas, anotó el nombre “Bruce” en su agenda el mismo día de su desaparición. Esta pista, junto con una cámara de seguridad que captó a Kinsman subiendo a una Dodge Caravan roja, llevó a la policía a conectar a McArthur con la desaparición de varios hombres. La investigación del Proyecto Prisma, un equipo especial de la policía, finalmente lo ubicó como el principal sospechoso.
McArthur fue detenido el 18 de enero de 2018, cuando la policía irrumpió en su departamento y lo encontró a punto de asesinar a otra víctima. Las confesiones de McArthur y la evidencia encontrada en su domicilio confirmaron su responsabilidad en los asesinatos.
Curiosidad Final
Un detalle llamativo es que McArthur, además de su trabajo como jardinero, se disfrazaba de Papá Noel cada Navidad en un shopping local, recibiendo las cartas de los niños. Esta actividad, destinada a traer alegría, contrastaba de manera macabra con sus oscuros actos, mostrando la capacidad de McArthur para mantener una doble vida sin levantar sospechas.
La captura de McArthur trajo alivio a la comunidad gay de Toronto, pero también dejó un sabor amargo debido a la negligencia policial que permitió que sus crímenes continuaran durante tanto tiempo.