El impacto de tener una mala postura: desde dolor crónico hasta problemas respiratorios

Mantener una postura adecuada es esencial para prevenir problemas de salud a largo plazo. Una postura incorrecta puede causar problemas músculo-esqueléticos, respiratorios, digestivos e incluso psicológicos, de acuerdo con especialistas de la Universidad de California, Estados Unidos.

¿Qué es una buena postura?
Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, una buena postura se caracteriza por mantener la alineación natural de la columna vertebral, que presenta tres curvas principales: en el cuello, la espalda media y la zona lumbar. La cabeza debe estar erguida sobre los hombros, que a su vez deben estar alineados con las caderas.

Beneficios de mantener una buena postura:

  1. Menor riesgo de lesiones y dolores: Una postura correcta distribuye el peso de manera uniforme sobre el sistema músculo-esquelético, evitando tensiones excesivas en áreas específicas. Esto ayuda a reducir el riesgo de dolores en el cuello, hombros y espalda, así como lesiones por compresión de nervios o desgaste de discos intervertebrales.
  2. Mejora de la respiración y la digestión: Una postura encorvada puede limitar la expansión completa de los pulmones y comprimir el estómago y otros órganos abdominales, afectando la digestión. Una postura adecuada permite una respiración más profunda y una digestión más eficiente.
  3. Mejor equilibrio y coordinación: Mantener una alineación corporal correcta mejora el equilibrio y la coordinación de los movimientos, reduciendo el riesgo de caídas y lesiones.
  4. Beneficios psicológicos: Según estudios realizados por especialistas en medicina física y rehabilitación del RUSH University Medical Center en Chicago, una postura erguida y abierta puede mejorar la concentración, el estado de ánimo y la confianza en uno mismo. En contraste, una postura encorvada puede estar asociada con emociones negativas.

Cómo mejorar la postura:

  1. Concientización y práctica: Es importante ser consciente de la postura durante las actividades diarias y corregir cualquier desviación de la alineación correcta. Practicar frente a un espejo hasta que la postura correcta se convierta en un hábito puede ser útil.
  2. Ejercicio y fortalecimiento muscular: Para corregir la mala postura, realiza ejercicios que fortalezcan los músculos de la espalda, abdomen y hombros. Los ejercicios de estiramiento son cruciales para relajar los músculos tensos y mejorar la flexibilidad. Actividades como el yoga, el pilates y los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a mejorar la postura y prevenir futuras lesiones.
  3. Ajustes ergonómicos: Asegúrate de tener un entorno de trabajo ergonómico. Usa una silla con buen soporte lumbar y ajusta el escritorio a la altura adecuada. Considera el uso de un reposapiés y realiza pausas frecuentes para caminar y estirar.
  4. Calzado adecuado: Opta por zapatos cómodos y de talón bajo que no alteren tu postura. Mantener una buena postura no solo mejora tu apariencia, sino que también ayuda a prevenir problemas de salud a largo plazo.

Finalmente, si sufres de dolor crónico o tienes una lesión relacionada con la postura, es recomendable consultar a un fisioterapeuta o entrenador personal capacitado. Ellos pueden diseñar un plan de ejercicios personalizado y ofrecer asesoramiento profesional para lograr y mantener una postura correcta y saludable.