El Everest revela su historia más oscura: cadáveres emergen por el deshielo y exponen la cara olvidada del alpinismo

🗻 Bajo el manto blanco del monte Everest, donde alguna vez todo parecía eterno, la nieve comenzó a hablar. Y lo hace con crudeza. El cambio climático, tan silencioso como devastador, dejó al descubierto los cuerpos de alpinistas que permanecieron atrapados durante décadas en el hielo. Cinco de ellos fueron recuperados este año por el Ejército de Nepal en una operación que mezcla logística extrema con respeto por la memoria.

🧊 A medida que los glaciares retroceden, emergen no solo cadáveres, sino también mochilas, sogas, carpas y cilindros de oxígeno. Las huellas de una fiesta humana que, como describió un guía local, “duró setenta años y dejó invitados que nunca se fueron”. La montaña más alta del mundo es ahora también una crónica visual del impacto ambiental y humano que genera nuestra ambición.

👢 “Botas Verdes”, “La Bella Durmiente”, “El Saludador”… Los cuerpos se han convertido, paradójicamente, en hitos de ruta. Señales macabras en un camino donde la gloria se mezcla con la tragedia. El caso de David Sharp en 2006 aún duele: varios escaladores lo encontraron agonizando junto a uno de esos cuerpos icónicos, pero lo dejaron atrás para continuar su ascenso. El dilema ético, entre salvar una vida o alcanzar la cima, permanece sin resolver.

📉 La masificación del Everest agrava la situación. En 2023, Nepal otorgó 479 permisos, cifra récord que coincidió con al menos 17 muertes. La “zona de la muerte”, sobre los 8.000 metros, es un infierno blanco donde el oxígeno escasea y el cuerpo comienza a apagarse minuto a minuto. Muchos fallecimientos no se registran oficialmente, sobre todo entre sherpas, por razones políticas y económicas.

💸 Recuperar un cuerpo cuesta entre 40.000 y 80.000 dólares y puede requerir hasta doce sherpas, oxígeno adicional y, a veces, helicópteros. No todas las familias pueden costearlo. Y algunos escaladores, incluso, expresaron en vida su deseo de quedarse allí, en la montaña, como parte del paisaje.

🧹 Frente a esta crisis, Nepal anunció nuevas regulaciones a partir de septiembre de 2025. Incluyen experiencia previa obligatoria, aumentos en las tarifas de ascenso, seguros de rescate, prohibición de subir sin guía, y la obligación de portar rastreadores y gestionar residuos, incluso los humanos. Se busca frenar la ola de muertes, pero también preservar lo poco que queda intacto en la cima del mundo.


🧐 Curiosidad poco conocida: El cuerpo de “Botas Verdes”, probablemente el del alpinista indio Tsewang Paljor, fue durante más de una década un punto de referencia obligado para todos los que tomaban la ruta noreste. Su cuerpo sirvió como guía para vivos… y aún hoy, pese a los intentos de ocultarlo, muchos lo siguen utilizando como “faro congelado” camino a la cima.