Un nuevo estudio está arrojando luz sobre un fenómeno poco común pero fascinante: la memoria excepcional en algunos octogenarios. A menudo asociamos el envejecimiento con un declive cognitivo, pero estos “superancianos” desafían esa noción al mantener una memoria comparable a la de personas mucho más jóvenes.
Investigaciones recientes, como la liderada por Bryan Strange de la Universidad Politécnica de Madrid, han revelado que los cerebros de estos superancianos muestran menos signos de atrofia en comparación con sus pares de la misma edad. Esto sugiere una resistencia al deterioro cognitivo relacionado con la edad.
El estudio, que involucró a 119 octogenarios españoles, mostró que los superancianos tenían un mayor volumen en áreas clave del cerebro asociadas con la memoria, como el hipocampo y la corteza entorrinal. Además, conservaban una mejor conectividad entre regiones cerebrales implicadas en la cognición.
Aunque los científicos aún no comprenden completamente cómo alguien se convierte en un superanciano, han observado que estos individuos tienden a tener una salud física y mental ligeramente mejor, así como una historia de vida social más activa. Sin embargo, no hay una receta única para alcanzar este estado, y muchos aspectos de la vida de los superancianos son similares a los de otros adultos mayores.
Este estudio destaca la importancia de explorar el espectro completo del envejecimiento y la cognición, en lugar de centrarse únicamente en el declive. Aunque los superancianos son relativamente raros, su capacidad para desafiar las expectativas ofrece esperanza y nuevas perspectivas sobre cómo envejecer de manera saludable.
Una anécdota interesante relacionada con este tema es que, en la cultura japonesa, existe la creencia de que las personas mayores poseen una sabiduría invaluable y son vistas con gran respeto y admiración. Esta apreciación por la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo de los años refleja una actitud positiva hacia el envejecimiento que puede inspirarnos a todos.