El apasionado romance entre Taylor Swift y el jugador de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce, ha generado una huella de carbono significativa, según estadísticas de los viajes de la estrella del pop. Swift, nombrada la celebridad más contaminadora de CO2 en 2022, continúa acumulando emisiones a través de más de 12 vuelos en los últimos tres meses.
Los viajes, documentados a través de las redes sociales de Swift, han resultado en la emisión de 138 toneladas de CO2. Para compensar este impacto ambiental, la cantante necesitaría plantar más de 2,200 árboles y permitir que crezcan durante 10 años. Esta cifra se equipara al consumo de energía anual de 17 casas o al uso eléctrico de 26.9 hogares durante un año.
Swift, propietaria de dos aviones multimillonarios, ha sido objeto de críticas por su contribución a la contaminación. La artista enfrenta el desafío de equilibrar su vida personal con la responsabilidad ambiental en medio de su exitosa carrera musical.
Este dato resalta la creciente conciencia sobre las emisiones individuales y su impacto en el medio ambiente, incluso entre las figuras públicas.
Dato: A pesar de las emisiones de CO2 generadas por los numerosos vuelos de Taylor Swift, la cantante ha demostrado un compromiso con la sostenibilidad en otras áreas. En su hogar en Los Ángeles, Swift ha implementado medidas ecológicas, como la instalación de paneles solares y la adopción de prácticas de gestión de residuos más sostenibles. Este contraste destaca la complejidad de la vida de las celebridades, que a menudo deben equilibrar sus compromisos profesionales y personales con la responsabilidad ambiental.