El asesinato de un general ruso envía un mensaje a Moscú, pero no cambia el rumbo de la guerra en Ucrania

El asesinato del general ruso Igor Kirillov en plena Moscú marca un hito en las operaciones encubiertas de Ucrania, pero su impacto en el frente de batalla es cuestionable, según analistas y funcionarios occidentales. La operación, reivindicada por los servicios de inteligencia ucranianos, resalta una estrategia de ataques selectivos como recurso frente a las desventajas militares del país.

UNA OPERACIÓN DE ALTO PERFIL

El general Kirillov, de 54 años, fue asesinado mediante una bomba adherida a un monopatín y detonada de forma remota en las inmediaciones de un edificio residencial. La operación evidenció la capacidad tecnológica y estratégica de Ucrania para llevar a cabo acciones tras las líneas enemigas, fruto de años de preparación y formación, en parte con la ayuda de la CIA. Este ataque se suma a una serie de operaciones similares que han incluido atentados con coche bomba y el uso de dispositivos explosivos sofisticados.

Según expertos, la muerte de Kirillov, señalado por ordenar el uso de armas químicas prohibidas contra soldados ucranianos, busca enviar un mensaje claro al Kremlin y sembrar el temor entre las élites políticas y militares de Rusia.

IMPACTO LIMITADO EN EL CONFLICTO

A pesar del éxito operativo, el asesinato no altera significativamente la situación en el campo de batalla. Las fuerzas rusas continúan ganando terreno, especialmente en la región de Donetsk, mientras que los combates se intensifican en más de 1120 kilómetros del frente. En paralelo, una contraofensiva rusa en la región de Kursk refuerza su posición estratégica.

“Es una estrategia de necesidad para Ucrania, pero tiene impacto nulo en el terreno”, afirmó un alto oficial ucraniano bajo anonimato. Los analistas advierten que este tipo de ataques podrían provocar una respuesta más agresiva del Kremlin, complicando las perspectivas de una negociación futura.

LAS CONSECUENCIAS Y EL FUTURO

Moscú ya prometió represalias. Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, aseguró que las acciones de Ucrania no quedarán impunes. Sin embargo, hasta ahora, los servicios de inteligencia rusos no han mostrado la misma efectividad en operaciones encubiertas.

Mientras tanto, la dependencia de Ucrania de la ayuda estadounidense pone en jaque la continuidad de estas tácticas. Con un posible recorte en la asistencia internacional, la presión para encontrar alternativas estratégicas crecerá.

UN ANTECEDENTE DE OPERACIONES EN LA SOMBRA

Las operaciones de inteligencia de Ucrania no son nuevas. Desde antes de la invasión a gran escala en 2022, el país ha desarrollado acciones encubiertas que incluyen atentados de alto perfil. Estas tácticas, perfeccionadas a lo largo de una década, evidencian el ingenio y la adaptabilidad de las fuerzas ucranianas en un conflicto asimétrico.