El Argentino que Resiste los Ataques de Hezbollah con su Restaurante en el Norte de Israel

Sergio Helman, un chef argentino con más de 40 años en Israel, enfrenta la adversidad manteniendo abierto el único restaurante en el norte del país, a pesar de los constantes ataques de Hezbollah. En medio de la evacuación masiva que vio a unas 70.000 personas abandonar la zona tras la invasión de Hamas el 7 de octubre, Helman sigue ofreciendo su famoso hummus en una calle comercial vacía.

El Hummus de la Resistencia

Sergio Helman, residente de un kibutz cercano a Kiryat Shmoná, ha dedicado la última década a la preparación de hummus, un alimento que une culturalmente a ambos lados de las fronteras de Medio Oriente. Su local, “Blue Bus”, es el único establecimiento que sigue operando en una región devastada por el conflicto. “Decidí quedarme como una forma de dar mi aporte a la guerra. Al principio le daba de comer a los soldados que estaban apostados cerca de mi local,” explica Helman con su característico acento argentino.

Una Vida Bajo Amenaza

Helman narra con calma cómo un cohete explotó frente a su restaurante el día anterior. Infobae, acompañado por Guidi Arari, un ex soldado israelí ahora en la reserva, recorrió la peligrosa zona fronteriza. Arari, hablando un castellano con acento israelí, describió la constante amenaza de ataques desde El Líbano, enfatizando la cercanía y el peligro inminente: “Aquí estamos muy cerca y la sirena suena casi al mismo tiempo de la explosión”.

La Soledad de la Guerra

La vida en Kiryat Shmoná es solitaria para Helman, especialmente después de que su esposa e hijas se trasladaran a un lugar más seguro. “Aprovecho para leer libros espirituales cercanos a la Kabbalah y a la noche siempre me como mi bife a la plancha con papas fritas,” relata. La escasez de materias primas complica su trabajo, pero Sergio no contempla abandonar su local. “Este es mi lugar,” insiste.

Un Pueblo Fantasma

Los alrededores de “Blue Bus” se asemejan a un pueblo fantasma. Negocios cerrados, sillas y mesas abandonadas, y una estación de servicio vacía son testigos silenciosos de la evacuación. Sin embargo, la determinación de Helman es inquebrantable. “Yo podría cerrar y ganar la misma plata, pero esto es lo que sé hacer y lo que soy yo. No puedo renunciar a eso,” afirma.

Proyectos y Esperanza

A pesar de la adversidad, Helman tiene grandes planes para el futuro. “Mi idea es que el hummus se convierta en un superalimento. Que no sea visto sólo como comida árabe. Que sea adoptado por todos en Argentina,” explica. La tradición de la parrilla argentina sigue viva en su local, donde los sábados, después del shabbat, Sergio y un amigo comparten asados y conversaciones, siempre atentos a las alarmas.

Guidi Arari, al despedirse, resume la realidad con una mezcla de resignación y determinación: “El deseo de que se termine la guerra es muy bueno, pero lo veo difícil. Todos los países que nos rodean quieren la desaparición del Estado de Israel. Nos vamos a defender”. Sergio, mientras tanto, revisa su cocina con una sonrisa tranquila: “Mi hummus siempre va a estar acá para todos”.