Rosa Assieu, a sus 97 años, cumplió uno de sus grandes sueños: obtener su diploma de bachiller. Emocionada y rodeada de sus seres queridos, recibió su título y se convirtió en un símbolo de perseverancia. “Aquí estoy con mi amontonamiento de años, muy emocionada, siento una gran alegría y también por toda esta juventud que tiene ansias de progreso”, expresó durante el acto.
Agradecida por la oportunidad de estudiar, Rosa mencionó a Dios, a los docentes y al Estado, reconociendo el esfuerzo detrás de su logro. “Estoy muy agradecida por todo el empeño que se pone para que esto sea posible”, señaló.
En sus palabras, también animó a los demás egresados a seguir adelante: “Se les ha abierto un gran camino, disfruten el título que hoy obtenemos”.
Rosa, quien completó la primaria cerca de los 95 años, comenzó su camino educativo a pesar de los obstáculos. Perdió a su madre a los 11 años y, aunque en su infancia tuvo que interrumpir sus estudios, nunca dejó de lado su amor por el aprendizaje. A lo largo de los años, fue una ávida lectora, con interés en temas de actualidad, historia y filosofía. A los 13 años, comenzó a trabajar en la costura y, durante su vida, confeccionó trajes de novia con dedicación.
Gracias a su perseverancia y al apoyo de sus hijas y seres cercanos, Rosa logró completar su educación secundaria, demostrando que nunca es tarde para seguir aprendiendo y alcanzar metas.