EE.UU. oculta datos clave sobre ovnis, afirma ex miembro del pentágono

Luis Elizondo, exjefe del Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales del Pentágono, ha lanzado un nuevo libro titulado “Inminente: Dentro de la Caza de OVNIs del Pentágono”, en el cual expone la supuesta falta de transparencia del gobierno estadounidense en torno al fenómeno ovni. Según Elizondo, el Departamento de Defensa de EE.UU. estaría ocultando información crítica sobre la presencia de objetos voladores no identificados, lo que él considera un grave riesgo para la seguridad nacional.

Elizondo, quien dirigió un programa secreto del Pentágono dedicado a la identificación de amenazas aeroespaciales entre 2007 y 2012, asegura que sus esfuerzos y los de su equipo fueron frustrados repetidamente por los altos mandos de la defensa. Según sus palabras, la negativa del establecimiento de defensa a compartir lo que sabe con el público se debe a la incapacidad de ofrecer una explicación convincente o una solución frente al fenómeno ovni. Sin embargo, Elizondo destaca que los avistamientos documentados de estos objetos datan de antes de la Segunda Guerra Mundial y que muchos de ellos han violado espacios aéreos militares sensibles sin provocar daños directos.

El libro revela que Elizondo decidió renunciar a su puesto en el Pentágono cuando se dio cuenta de la magnitud de lo que se ocultaba. Con páginas redactadas y ciertos temas intencionalmente omitidos, Elizondo describe en detalle cómo los ovnis parecen poseer tecnologías mucho más avanzadas que cualquier cosa construida en la Tierra. A lo largo de las 275 páginas del libro, proporciona diagramas y explicaciones sobre cómo estos objetos podrían propulsarse, dejando entrever que la amenaza es real y tangible.

Una de las revelaciones más inquietantes del libro es la sugerencia de que el Departamento de Defensa podría estar ocultando información sobre restos de cuerpos no humanos recuperados de sitios de accidentes. Según Elizondo, la burocracia de defensa considera a los funcionarios electos como “contrataciones temporales” que no necesitan conocer todos los detalles, lo que incluye, aparentemente, información sobre la vida extraterrestre.

Aunque recientemente el Departamento de Defensa ha comenzado a divulgar más información sobre los ovnis, Elizondo sostiene que el proceso ha sido lento y que aún queda mucho por revelar. Según él, los verdaderos detalles, especialmente sobre lo que el gobierno ha recuperado de estos encuentros, siguen siendo un misterio que el Pentágono podría nunca desvelar.

Elizondo concluye que, a pesar de las crecientes evidencias, la burocracia gubernamental no considera a los ovnis como una amenaza “inminente”. Sin embargo, la posible existencia de restos no humanos podría cambiar radicalmente la percepción pública, si alguna vez esa información se hace pública. Mientras tanto, el debate sobre la naturaleza y el propósito de estos visitantes sigue en pie, alimentando tanto la curiosidad como el escepticismo en todo el mundo.