Domesticación: el deseo de encajar cuando ya no sabés quién eras

¿Qué pasa cuando todo eso que alguna vez soñaste se vuelve una jaula? Tener la casa, el trabajo ideal, una pareja funcional, incluso un hijo. Todo encaja perfecto. Pero vos ya no. Tesis sobre una domesticación, dirigida por Javier Van de Couter y protagonizada por la escritora y actriz Camila Sosa Villada (sí, la misma autora de Las Malas), se mete con esa pregunta y no te suelta.

Cuenta la historia de una mujer trans en plena “vida correcta”. Exitosísima, deseada, poderosa. Hasta que adopta a un niño y empieza a vivir un tipo de domesticación mucho más sutil que la que había dejado atrás: la de tener que ser la madre perfecta, el ejemplo, el modelo aspiracional de lo que la sociedad espera de una mujer.

Lejos de ser un cuento edulcorado sobre maternidades diversas, la peli avanza como un ensayo incómodo sobre el costo emocional de querer pertenecer.
La protagonista —que no tiene nombre, pero podría ser cualquier persona que alguna vez buscó aceptación a costa de sí misma— va desdibujándose frente al espejo.

El glamour que alguna vez la sostuvo, los espacios conquistados, la mirada ajena que la admiraba… ahora la aprietan como un vestido que ya no entra.
Y lo más doloroso: ni siquiera se da cuenta de que está dejando de ser quien era.

Camila no solo actúa. Escribió la novela original y coescribió el guión con Van de Couter. Estuvo tres años en ese proceso. Y eso se nota. La historia transpira verdad. Duele porque no busca conmover: busca incomodar.

En una escena (sin spoilers), ella dice: “Soy lo que quedó de mí después de cumplir todos los mandatos”. Y ahí es donde la película te toca algo adentro. ¿Qué dejamos atrás cuando hacemos todo “como se debe”? ¿Qué tan alto es el precio de ser amados?

La película recorrió festivales como Chicago, Gijón y Morelia, donde fue premiada como mejor obra LGBTQ. En Argentina se estrenó este año con muy poca difusión (gracias a los recortes brutales al cine independiente), pero el boca a boca está haciendo su trabajo.

En un contexto donde ser trans sigue siendo un acto político, esta película aparece como una forma de resistir desde el arte. Porque no le habla solo a personas trans. Le habla a cualquiera que alguna vez se sintió obligado a encajar.