En un sorprendente giro de los eventos, una banda de “arbolitos” falsos que operaba en el corazón de Buenos Aires fue desmantelada tras una serie de allanamientos en la ciudad, el conurbano bonaerense y Rosario. La organización, especializada en la fabricación y distribución de moneda falsa, estaba encabezada por un insólito líder: un jubilado de 74 años. Este grupo criminal se había enfocado en estafar a turistas extranjeros, aprovechando el flujo de visitantes durante los meses de diciembre a febrero, en puntos clave como el microcentro, el Obelisco y San Telmo.
La División Falsificación de Moneda del Departamento Delitos Económicos de la Policía Federal Argentina (PFA) llevó a cabo cinco allanamientos que resultaron en la detención de siete individuos, incluyendo al cabecilla de la red. Los operativos revelaron la magnitud del perjuicio económico infligido a la sociedad, estimado en unos 100 millones de pesos, con la incautación de cerca de 2.5 millones de pesos argentinos y casi 200 mil dólares estadounidenses en billetes falsificados.
Los roles dentro de la banda estaban bien definidos, con “llamadores” y “pasadores” encargados de atraer a los turistas y cambiarles la moneda. La sorprendente operación se extendía incluso a hoteles de la zona de Congreso y Monserrat, donde residían algunos de los miembros del grupo. El líder, detenido en Rosario, no solo encabezaba la distribución de los billetes falsos sino que también poseía una cantidad significativa de dinero apócrifo y cheques en blanco.
Este caso resalta la importancia de realizar cambios de moneda en establecimientos legales y registrados, evitando caer víctima de estafas. La Policía Federal Argentina emitió un comunicado aconsejando a la ciudadanía sobre las precauciones a tomar para evitar ser engañados por este tipo de organizaciones criminales.
El desmantelamiento de esta banda de falsificadores llega en un momento crítico para la economía argentina, marcado por una escalada del dólar libre y una serie de procedimientos contra financieras ilegales en la Ciudad. Este operativo no solo pone fin a una extensa operación de estafa sino que también sirve como un recordatorio de la constante vigilancia necesaria para proteger a los ciudadanos y visitantes de prácticas fraudulentas.