Desayuno con corazón: cuántos huevos se pueden comer y por qué es bueno incluirlos a diario

El huevo, protagonista indiscutido del desayuno en muchas mesas argentinas, vuelve a estar en el centro del debate: ¿es saludable para el corazón o conviene evitarlo? Nuevas investigaciones —avaladas por entidades como la Mayo Clinic y Harvard— afirman que no solo es seguro, sino también beneficioso si se consume con moderación.

🍳 ¿Cuántos huevos se pueden comer por semana?
Los especialistas coinciden: hasta siete huevos por semana no afectan negativamente la salud cardíaca en adultos sanos. De hecho, un huevo al día puede ser parte de una dieta equilibrada sin aumentar el colesterol malo. Así lo señala la Escuela de Salud Pública de Harvard.

🥦 La clave está en el modo de preparación y en los acompañamientos. Un huevo frito no es lo mismo que uno hervido o revuelto sin grasa. Por ejemplo:

  • Dos claras revueltas: 34 calorías, sin grasa ni colesterol
  • Dos huevos fritos: 180 calorías, 14 g de grasa, 420 mg de colesterol

🥗 Para un desayuno saludable, los expertos de Mayo Clinic recomiendan acompañar el huevo con vegetales, pan integral y lácteos descremados. Esto suma fibra, vitaminas y minerales, y reduce la carga de grasas saturadas.

💪 Además de su impacto en la saciedad —ideal para quienes buscan bajar de peso— el huevo aporta proteínas completas, vitamina D, zinc, calcio y antioxidantes que protegen la salud ocular.

🧑‍🍳 Una receta recomendada por los expertos:
Huevos al horno con espinaca, leche descremada, pan integral, cebolla, morrón y queso bajo en grasa. Fácil, rico y saludable.

🔍 ¿Y qué pasa con personas con diabetes o enfermedades cardíacas?
En esos casos, se sugiere consultar con el médico para ajustar el consumo según el cuadro clínico.


📌 Curiosidad que pocos saben:
🔬 Aunque se asocia al colesterol, el huevo también eleva el colesterol HDL, conocido como colesterol bueno, que protege las arterias. Además, la lecitina presente en la yema favorece el metabolismo de las grasas y ayuda a prevenir enfermedades hepáticas.