El donante de semen holandés, Jonathan M., de 41 años, ha sido demandado por la fundación holandesa Donorkind, que facilita el encuentro de los hijos y hermanos nacidos mediante esta práctica. Se le atribuye la paternidad de al menos 550 niños en Países Bajos y en otros países, entre ellos España.
El demandado ha actuado en contra de las leyes que establecen límites a la donación por el bien de los descendientes, con el objetivo de evitar los problemas de consanguinidad ya que, si en una misma población hubiera mucha descendencia de un mismo donante podría ser que, por azar, estos tengan relaciones entre sí.
El escándalo de Jonathan, el donante compulsivo de esperma que tiene 550 hijos por todo el mundo
Los responsables de la fundación Donorkind, en activo desde 2007, esperan que los jueces citen a Jonathan M. a mediados de abril y explican los motivos de la demanda en un comunicado publicado en la su página web, donde subrayan que progenitores y donantes “deben primar los derechos y bienestar de los niños, algo que no ha hecho este hombre”.
Por todos estos motivos, la organización solicita también la destrucción de las muestras de su semen que estén almacenadas, a excepción de aquellas ya reservadas para las mujeres que hayan tenido un hijo suyo y deseen darle un hermano genético. Asimismo, pide a los jueces la aplicación de medidas cautelares para que se le impida hacer más.
Mark de Hek, abogado de Donorkind, subraya en un comunicado que la actuación del donante “es ilegal” ya que “pone por delante su afán procreador” y vulnera “los acuerdos con las clínicas y los futuros padres, que se fiaron de que solo tendría 25 hijos como máximo”.
Es la primera vez que se presenta un requerimiento de esta clase en Países Bajos, donde se fija para los donantes un máximo de 25 descendientes en los tratamientos de fertilidad. Jonathan M. aparecía en una lista negra en su país, y en 2017, la Asociación de Ginecólogos y Obstetras advirtió de que tenía ya 102 hijos con la mediación de 11 clínicas, según informa ‘El País’.
Ofrecía sus servicios a través de internet y en el extranjero
Cuando en 2017 le descubrieron en su país, comenzó a actuar a escala global a través de Internet, ofreciendo sus servicios también en el extranjero por medio de sites como CoParent Match, Cyros, PrideAngel, Onewish, Kinderwunsch y Spendesperma, según el rotativo holandés ‘Algemeen Dagblad’.
Ties van der Meer, presidente de Donorkind, señala que el propio donante, “residente en La Haya, calcula que 550 es la cifra de hijos que puede tener, y ha acudido también en persona al extranjero, a países como España“.
Las clínicas no compartían sus datos, un vacío legal que aprovechó sin levantar sospechas
Las clínicas holandesas fertilización artificial se financian a través del seguro médico oficial que es obligatorio para todos los ciudadanos. Pueden ser privadas o formar parte de hospitales públicos, y pagan entre 10 y 20 euros por cada donación.
En Holanda también existe un registro nacional en el que estas clínicas están legalmente obligadas a apuntar la información relativa a las donaciones de óvulos, semen y embriones, y ponerla a disposición de hijos, padres y médicos de cabecera. Desde 2004, en Holanda los descendientes tienen derecho a pedir esos datos a partir de los 16 años.
El problema es que las clínicas del sector no comparten sus datos entre ellas, y esta falta de comunicación facilitó la relación entre Jonathan M. y una decena de organismos sin levantar sospechas.
Podría tener más de 550 hijos
El presidente de la fundación ha alertado de que “el cálculo de 550 hijos es sin contar las clínicas internacionales, sitios de internet o donaciones anónimas”. Así que al cálculo de 550 descendientes nacidos por donación de su esperma habría que añadirle un “al menos” que genera no poca inquietud.
En 2021, ‘The New York Times’ le dedicó un perfil transcribiendo su nombre completo. No así la prensa holandesa, que preserva el anonimato del donante de semen. “Nos parece poco ético que se mantenga el anonimato del donante, y que puedan operar también en el extranjero”, manifiesta por su parte Ties van der Meer.
“Hay que recordar que muchos médicos holandeses prefieren que el donante sea anónimo. Por eso, a pesar del registro nacional [al que están obligados], sigue siendo difícil saber cuántos hijos tiene cada uno de ellos. Pero así no se tienen en cuenta los derechos de los niños“.
Las madres levantaron la voz de alarma al reconocerle por Internet
El presidente de Donorkind ha explicado que en 2017 recibieron múltiples llamadas de madres que habían localizado a Jonathan M. a través de internet.
De hecho, a la demanda de la fundación se ha sumado una madre que en 2018 tuvo un bebé con ayuda del semen de Jonathan M. “Si hubiera sabido que tenía ya más de 100 hijos, nunca le habría elegido”, manifiesta. “Cuando pienso en las consecuencias de todo esto para el mío me pongo mala: ¿cuántos más acabarán añadiéndose? La única forma de conseguir que pare es llevarlo a los tribunales”.
“Había madres de otros países del mundo, así que mentía acerca del número de sus hijos cuando hablaba con ellas“. A pesar de ello, en algunas conversaciones con posibles receptoras y futuras madres, Jonathan M. sí había confirmado su intención de seguir con su actividad, y que había “hablado recientemente con más parejas”, según Donorkind.
“Rubio de pelo largo y mirada penetrante”, así es como recuerdan algunas de las madres que recibieron su esperma a este donante de semen compulsivo, según publica ‘El Español’, que publica su apellido y también su profesión.
No es un caso aislado
Tal y como informa ‘El País’, en 2022, Donorkind reveló que al menos 10 médicos holandeses especializados en tratamientos de fertilidad habían utilizado su propio semen para inseminar a sus pacientes sin su consentimiento.
El caso de Jan Karbaat, se hizo famoso porque resultó ser el padre de unos 100 hijos. Tenía, además, otra decena de descendientes de varias parejas sentimentales. Fallecido en 2017 a los 89 años, regentó durante cuatro décadas su clínica en Róterdam. Cuando el tratamiento fallaba, utilizaba su propio semen.
Un colega suyo, Jan Wildschut, tuvo casi una veintena de hijos de la misma forma, aunque fue descubierto después de su muerte y gracias a una casualidad.
Otro tanto hizo Jos Beek, un ginecólogo que engendró al menos 41 descendientes. En este caso, además, el facultativo donante de semen era portador de una rara condición hereditaria y 2 de los bebés fallecieron.
En total, informa ‘El Confidencial’, se han confirmado un mínimo 10 médicos especialistas en fertilidad que han donado su propio esperma a mujeres sin su conocimiento y autorización.
“Algunos tienen decenas o hasta cientos de hijos esparcidos por Holanda y el resto del mundo. Coinciden en lavarse las manos y en considerar que sus gestos fueron obras de caridad, y no errores que han dejado una huella imborrable en tantas madres y que atemorizan a decenas de hijos.”
La Asociación de Ginecólogos y Obstetras condenó todos los casos diciendo que “la relación entre el médico y el paciente es sagrada, pero aquí se ha violado la confianza depositada en el especialista“.
¿Cuál es el máximo de hijos permitido en Países Bajos para los donantes?
Países Bajos fija el número máximo de hijos por donante en 25 por dos razones: para evitar que puedan producirse incestos involuntarios en la edad adulta, y para preservar la salud mental de los descendientes nacidos de esta forma ante la posibilidad de tener tantos hermanos de familias distintas, con los que sería imposible estrechar lazos.
No obstante, el Parlamento holandés está estudiando limitar a 12 el número máximo de familias, dentro y fuera del país, con las que puede colaborar un mismo donante. Para ello está analizando un proyecto de ley.
¿Cuál es el máximo de hijos que puede tener un donante de esperma en España?
España es uno de los más restrictivos de Europa en cuanto a la donación de semen. La ley de Reproducción Asistida en España limita el número máximo de hijos nacidos por donante a 6. Además, en nuestro país la donación de esperma es un proceso anónimo y no está permitido que las familias receptoras puedan aportar o elegir al donante.
Asimismo, en su artículo 5 establece que:
“A los efectos del mantenimiento efectivo de ese límite, los donantes deberán declarar en cada donación si han realizado otras previas, así como las condiciones de estas, e indicar el momento y el centro en el que se hubieran realizado dichas donaciones.”
Nuestra legislación también establece que es responsabilidad de cada centro o servicio
“comprobar de manera fehaciente la identidad de los donantes, así como, en su caso, las consecuencias de las donaciones anteriores realizadas en cuanto a la generación de hijos nacidos previamente.”
De tal forma que “si se acreditase que el número de éstos superaba el límite establecido, se procederá a la destrucción de las muestras procedentes de ese donante.”
También existe un registro oficial donde se pude comprobar esta información, ya que nuestra ley establece el derecho de los/as hijos/as a obtener información general de los donantes que no incluya su identidad.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional al respecto, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentran la matrona Sara Caamaño y la abogada laboralista y familiar Ana Pacheco.