De mosquitos modificados a vacuna propia, las estrategias de Brasil para combatir el dengue

Brasil enfrenta una de las mayores crisis de dengue en su historia y adoptó una estrategia pionera que combina la liberación masiva de mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia y la producción de una vacuna propia.

Mediante esta doble táctica, se mostraron resultados alentadores y podría establecer un nuevo estándar para combatir una enfermedad que representa una amenaza creciente para América Latina y el Caribe, además de algunas otras regiones del planeta, según informó la revista científica Nature.

El impacto del dengue alcanzó cifras alarmantes. Solo en 2024, Brasil reportó 1,6 millones de casos probables. En 2023, sumó un récord de 6,6 millones de infecciones y más de 6.300 muertes asociadas. Otros países, como Argentina, Colombia y Perú, también sufrieron brotes severos el último año.

En el conjunto de América Latina y el Caribe, las muertes por dengue superaron las 8.400, mientras que a nivel global los fallecimientos rebasaron los 12.000, el mayor número documentado hasta la fecha.

Estrategia dual: Mosquitos modificados y vacuna nacional

La respuesta brasileña consiste en dos líneas de acción. Por un lado, se liberan ejemplares de Aedes aegypti infectados con Wolbachia, una bacteria que dificulta la transmisión del virus del dengue a humanos. Por otro, se avanza en la vacuna nacional de una sola dosis, desarrollada por el Instituto Butantan. Ambas iniciativas buscan mejorar la eficacia, el alcance y los costos frente a las limitaciones de opciones anteriores.

La biofábrica de Curitiba, operada por Wolbito do Brasil y lanzada en julio de 2023, se posiciona como la mayor del mundo en su tipo, con capacidad para producir 100 millones de huevos de mosquito semanales. El objetivo es proteger cada año a 14 millones de personas en zonas de alto riesgo, distribuyendo de manera activa estos insectos portadores de Wolbachia.

Resultados prometedores con los mosquitos Wolbachia

En Niterói (500.000 habitantes), la estrategia redujo los casos de dengue en un 69% respecto a áreas sin intervención. Un análisis más reciente, aún no revisado por pares, sugirió que la reducción llega hasta el 89% en zonas urbanas tratadas entre 2022 y 2023, en comparación con la década anterior.

Estos logros fueron posibles tras la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) en 2022 y el financiamiento del Ministerio de Salud, extendiéndose a 11 ciudades del país.

El método Wolbachia, originado en el World Mosquito Program (WMP) de la Universidad Monash en Australia, alcanza en Brasil su mayor escala mundial. Luciano Moreira, director ejecutivo de Wolbito do Brasil, explicó que la meta es reemplazar las poblaciones locales de mosquitos por individuos infectados, lo que a largo plazo reduce la transmisión del virus.

Avances en la vacuna nacional

En paralelo, el Instituto Butantan logró avances en una vacuna nacional basada en investigaciones iniciadas en los noventa por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Desde 2009, Butantan trabaja en una fórmula que integra los cuatro serotipos del virus del dengue en una sola dosis. Los ensayos clínicos de fase III, con más de 16.000 voluntarios, evidenciaron una eficacia del 89% en personas que ya tuvieron dengue y del 74% en quienes no lo habían contraído previamente.

El gobierno brasileño planea adquirir 60 millones de dosis anuales desde 2026, con la fabricación ya iniciada en São Paulo. El objetivo: garantizar precios accesibles y distribución masiva en el sistema público de salud.

Comparación internacional y acceso global

La vacuna de Butantan se presenta como alternativa a Qdenga, desarrollada por la farmacéutica japonesa Takeda, actualmente la única opción disponible a gran escala. Sin embargo, su costo elevado (USD 19 por dosis) y la cobertura limitada —solo para niños entre 10 y 14 años en Brasil— restringieron su alcance.

El interés internacional por la fórmula brasileña ya está en marcha: Butantan dialoga con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y con Merck para facilitar su acceso en otros países de la región.

Desafíos presentes y futuro

El dengue amenaza a casi 3.900 millones de personas en el mundo. El cambio climático, la movilidad humana y la resistencia de los mosquitos multiplican los riesgos.

Para la OMS, la combinación de control biológico y vacunación será clave a largo plazo. Brasil, con su estrategia dual, se perfila como modelo global de innovación aplicada a la salud pública.