De limpiar vidrios a escenas de crimen: el galés que creó un imperio multimillonario con sangre, desechos y resiliencia

Ben Giles, un hombre criado en una familia de granjeros en el oeste de Gales, comenzó su vida laboral limpiando ventanas. Hoy, lidera uno de los negocios más lucrativos y extremos del Reino Unido: la limpieza de escenarios de crímenes, muertes violentas y desastres biológicos. Su historia parece sacada de una serie de televisión, pero es 100 % real… y con mucho olor a descomposición.

👨‍🔧 Todo empezó con un pedido inusual: limpiar una casa abandonada hacía diez años, llena de heces, pulgas, mugre y un hedor indescriptible. “Uno de mis compañeros vomitó en el lugar”, recordó Giles. Por ese trabajo cobró más de 2.600 dólares, y se le encendió la lamparita 💡: si por eso podía ganar tanto, ¿qué más podría atreverse a limpiar?

🚔 Así fue como su nombre comenzó a circular entre agentes de policía e instituciones que necesitaban profesionales dispuestos a entrar donde nadie más quería. Desde cocinas infestadas hasta casas con cadáveres descompuestos durante semanas, Giles nunca dijo que no. “Al final, limpiaríamos cualquier cosa”, repite como mantra.

💀 Uno de los casos más duros fue cuando encontró el cuerpo de un hombre fallecido hacía dos meses. La escena estaba invadida por moscas azules y el suelo absorbió fluidos hasta el hormigón. “Usábamos Vicks bajo la nariz, y uno de mis compañeros se metió cáscara de naranja en la mascarilla. Tosió y volaron dos pedazos”, contó entre risas (y asco) 🤢

🧽 A pesar del asco, Giles fue desarrollando métodos caseros efectivos, como levantar manchas con vasos de cristal, y se convirtió en referente en limpieza de riesgos biológicos. Lo que al principio era una rareza se transformó en un negocio que hoy entrena a más de 3.500 personas.

🧠 Pero no todo es trabajo físico: el impacto emocional es brutal. Giles admite que reprime lo que ve, como cuando tuvo que limpiar la escena de una mujer maltratada salvajemente. “Tenés que ponerte la gorra de trabajo, hacer lo que hay que hacer y después seguir”, confesó.

🏡 Su refugio está en casa, con su esposa Lindsey y sus hijos. Dice que allí encuentra la calma que su trabajo le niega. También le ayuda conectarse con la naturaleza: jugar al golf, caminar por la playa y acariciar a sus vacas de las Highlands 🐄.

📖 Recién cuando escribió su autobiografía pudo soltar lo que tenía guardado: “No fue terapia, pero fue como liberar años de emociones encapsuladas”.


🧩 Curiosidad que no muchos saben…

🧬 En Japón, existe un término para este tipo de limpieza extrema: “Kodokushi”, que significa “muerte solitaria”. Hay empresas dedicadas exclusivamente a limpiar hogares donde personas mayores murieron solas y pasaron semanas sin ser halladas. Es un fenómeno tan común que hasta tiene su propio protocolo legal y televisivo 📺.