El 21 de noviembre de 2018, la vida de Giuliana Flores cambió drásticamente. Mientras conducía su moto por las tranquilas calles de Mar del Plata, una camioneta la atropelló, causándole una fractura expuesta de tibia y peroné. Contra todo pronóstico médico, que incluso contemplaba la posibilidad de amputación, Giuliana no solo recuperó su pierna, sino que volvió a caminar y a entrenar en Crossfit, una disciplina que ya practicaba antes del accidente. Hoy, es la primera argentina en su categoría en clasificar al mundial de Crossfit.
Un Camino de Superación
El accidente no solo le dejó heridas físicas; le enfrentó a un desafío titánico. “Me dijeron que podría perder la pierna debido a la infección”, recuerda Giuliana en diálogo con Infobae. “La posibilidad de volver a caminar era mínima, y ni hablar de regresar al gimnasio”. Sin embargo, su determinación la llevó a superar cada obstáculo.
La Recuperación
Luego del accidente, Giuliana pasó por numerosas cirugías y tratamientos, incluyendo el uso de una cámara hiperbárica que logró controlar la infección en su pierna. Tras un año de rehabilitación, pudo volver a caminar. “Me manejaba en silla de ruedas, pero poco a poco comencé a pisar; luego a caminar. Cuando pude moverme un poco más, empecé a tomar clases de Zumba”, cuenta.
De Vuelta al Gimnasio
Volver al gimnasio no fue fácil. “Perdí la masa muscular del gemelo y tengo el tobillo fijo”, explica. A pesar de esto, Giuliana no se rindió. “Empecé agarrando bidones de agua para meter peso; hasta que volví al gimnasio. Fue como empezar de cero”. Su esfuerzo rindió frutos: se convirtió en la única argentina en llegar a la instancia clasificatoria en la categoría “crossfit adaptado” y en la única mujer a nivel mundial en clasificar para esa competencia en dos oportunidades.
Un Nuevo Desafío
Clasificar al mundial de Crossfit en Estados Unidos es un logro que Giuliana aún está asimilando. “No imaginé que iba a llegar a este nivel. Clasifiqué como tercera en el mundo”, afirma emocionada. Hoy, además de entrenar, da clases de CrossFit y se dedica a ser madre. Su hijo, de 10 años, es su mayor fan. “Siempre dice que tiene una mamá fuerte y que cuando sea grande va a entrenar conmigo. Nada me da más orgullo”, concluye.
Curiosidad
Una curiosidad interesante es que, a pesar de su recuperación milagrosa, Giuliana utiliza una plantilla con un taco de tres centímetros para poder pisar bien. Este pequeño ajuste es testimonio de su increíble viaje de resiliencia y determinación.
La historia de Giuliana Flores es una inspiración, mostrando que con voluntad y esfuerzo, es posible superar incluso las adversidades más grandes.