Desde que el ser humano miró al cielo, una pregunta nos acompaña como un eco eterno: ¿el universo tiene un final? A esa pregunta intentó responder un grupo de científicos del Instituto Lorentz para la Física Teórica de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos. Y lo que descubrieron en su reciente estudio publicado en Physical Review Lettersreconfigura lo que creíamos saber sobre la vida (y muerte) del universo.
Según sus cálculos más recientes, al universo le quedarían alrededor de 26.700 millones de años antes de que colapse por completo. Puede sonar a muchísimo tiempo —y lo es—, pero es menos de la mitad de lo que estimaban modelos anteriores.
La investigación se centró en el llamado modelo del “Big Rip” (el Gran Desgarro). Esta teoría sugiere que la expansión del universo, actualmente en aceleración, continuará hasta que supere cualquier fuerza de atracción: galaxias, planetas, átomos… todo será desgarrado por la propia expansión del espacio-tiempo.
Pero en este nuevo estudio, los investigadores incorporaron una variable poco explorada: la energía oscura dinámica, una forma misteriosa de energía que representa el 68% del universo y que, según los nuevos datos, no es constante como se creía. Su comportamiento cambiante sería el motor de esta cuenta regresiva hacia el colapso cósmico.
ara la humanidad actual: tranquilidad. Nada de esto ocurrirá en el corto ni mediano plazo. Pero en escalas astronómicas, 26.700 millones de años representan un “hasta luego” bastante cercano.
Lo fascinante de este hallazgo no es solo el número en sí, sino lo que implica filosóficamente. Como explicó Paul Steinhardt, físico teórico de Princeton (que no participó en el estudio, pero ha debatido sobre modelos similares):
“Si el universo no es eterno, nuestra noción del tiempo, del progreso y del propósito adquiere otra dimensión. Es poesía cósmica con fecha de vencimiento.”
El camino hacia ese final será lento y silencioso. Los científicos predicen una era futura donde no habrá más formación de estrellas, los agujeros negros se evaporarán y las galaxias quedarán tan distantes entre sí que el cielo nocturno será completamente oscuro. A eso se lo conoce como la “Era Oscura” del universo.