Explorar senderos y rutas en la naturaleza es una experiencia enriquecedora, pero también puede ser desafiante, especialmente cuando se trata de mantenerse orientado en terrenos desconocidos. MDZ conversó con Manuel Stahringer, un guía de alta montaña con título de la Escuela de Mendoza, cuya vasta experiencia ilumina los aspectos cruciales de la seguridad durante una excursión o un simple paseo en la montaña.
Manuel compartió valiosos conocimientos sobre dos aplicaciones revolucionarias y técnicas naturales que no solo ayudan a los aventureros a mantener el rumbo.
Tecnología al servicio de la orientación
Manuel comentó que una simple confusión puede llevar a una persona “a la muerte tranquilamente. Es por ello que debemos estar preparados antes de salir. A la hora de orientarse hay fórmulas naturales y artificiales”, explicó el guía de alta montaña.
Para Manuel las técnicas artificiales “son todos aquellos métodos que la ciencia y la tecnología nos ponen al alcance para situarnos y saber dónde estamos parados, en qué ubicación estamos”.
En un mundo donde los avances tecnológicos han redefinido la forma en que exploramos la naturaleza, las aplicaciones de navegadores satelitales se alzan como herramientas esenciales. Manuel destaca la accesibilidad de estas soluciones y menciona dos en particular: GAIA y FATMAP.NOTICIAS RELACIONADAS
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“Te la bajas en tu teléfono, descargas un mapa, buscas la ubicación deseada, como Altos Limpios, y la aplicación te sitúa exactamente donde estás con coordenadas, alturas y todo tipo de información, de forma gratuita”, compartió Manuel. La simplicidad y la precisión de estas aplicaciones se vuelven evidentes en su uso intuitivo y la capacidad de proporcionar información vital para la navegación.
“Hace 7 años que uso GAIA y voy a lugares que no conozco, y me manejo re bien”, asegura Manuel. Esta aplicación, en particular, permite rastrear la ubicación en tiempo real, trazando una línea que representa el recorrido. “Si te perdés, solo tienes que seguir tus propios pasos”, añadió, enfatizando la utilidad de esta característica para garantizar la seguridad.
Además de ser una guía en el terreno, estas aplicaciones también son herramientas valiosas para la planificación. “Podés ingresar la ruta y te dice los kilómetros que tiene el recorrido, los desniveles, y esto es mucha información que te sirve para ir preparado y evitar contingencias”, explicó Manuel. La fusión de tecnología y conocimiento previo se convierte así en un recurso integral para una experiencia informada y segura.
“Antes se usaba la brújula, un elemento espectacular, pero que requería más pericia, como sacar el norte magnético y trazar un rumbo con un mapa. Con el teléfono, resumimos todo eso”, comentó Manuel, subrayando cómo estas aplicaciones modernas simplifican y agilizan procesos que anteriormente demandaban habilidades específicas.
Sin celular no se acaba todo
En la vastedad de la montaña, la naturaleza misma se convierte en una aliada para aquellos que saben cómo interpretar sus señales. Manuel, guía de alta montaña y experto en técnicas ancestrales, compartió algunos indicios naturales que permiten situar los puntos cardinales de manera efectiva.
“Los métodos naturales son todos aquellos indicios que nos va a ir dando la naturaleza que nos permiten situar los puntos cardinales”, explicó Manuel. En su rica experiencia, ha encontrado en el Sol uno de los elementos más confiables. “El Sol es de gran ayuda porque nosotros sabemos que sale del este y se esconde en el oeste”, señala. Estas enseñanzas milenarias se han convertido en valiosas herramientas para los amantes de la montaña, que pueden reconocer la dirección del Sol a medida que se mueve a lo largo del día, proporcionando una guía rudimentaria pero efectiva.
Para aquellos momentos en que el Sol no está disponible, Manuel que en las estrellas pueden estar las respuestas para guiarnos en la noche: “Cuando el Sol no está visible, podemos confiar en la Cruz del Sur”. “Con esta constelación sé que opuesto a eso va a estar el norte”, destacó. La constelación de la Cruz del Sur, visible en el hemisferio sur, brinda una referencia estelar confiable para aquellos momentos en que la oscuridad oculta las señales diurnas.
Por último, para poder encontrar el sur, Manuel comento que casi todas las caras sombrías de la montaña, “en nuestro hemisferio son las caras sur, las caras sur son las caras que tienen sombra y a la vez conservan más nieve”, lo que permite obtener ya el sur y el norte.
Un método utilizado por todo el mundo
Finalmente, Manuel destacó un método universal que ha resistido el paso del tiempo: las pircas. Estas estructuras de piedra cuidadosamente apiladas, utilizadas para formar muros y divisiones en el terreno, han sido una herramienta confiable en la orientación a lo largo de la historia.
Las pircas, presentes en diversas culturas y contextos, no solo han servido como límites físicos, sino también como marcadores visuales en senderos y rutas, proporcionando a los exploradores una guía firme y perdurable en entornos naturales a menudo desafiantes.
“A mí me ha pasado de estar en una montaña o en un lugar e ir medio perdido cuando no tenía estas aplicaciones, ver una pirca y es como una caricia al alma. Significa básicamente que pasó otra gente por ahí”, comentó.
Este sistema se suele ver en terrenos montañosos donde abundan las piedras. En un viaje por Nepal, Manuel quedó sorprendido por el uso de pircas o apachitas para guiar a los viajeros.
Con los métodos mencionados, Manuel cree que “con la combinación de métodos naturales y métodos artificiales es casi imposible perderse“.