Cuál es la carrera donde las mujeres están desplazando a los hombres

El avance de la mujer en el terreno laboral es cada vez más marcado. El cambio de época que se viene registrando en los últimos años, con el eje en la igualdad de géneros, está modificando los parámetros tradicionales en la vida económica global. 

La Argentina no es una excepción a esa tendencia y eso se percibe más en algunas profesiones que están teniendo un mayor peso en la actualidad. 

Por ejemplo, son cada vez más las mujeres que se deciden a tomar clases, capacitaciones o becas con enfoque tecnológico. Los especialistas en programación tienen hoy un protagonismo en crecimiento en el mundo laboral. No sólo por la alta demanda y sus buenos ingresos, sino porque permite una forma de vida fuera de estructuras rígidas y brinda una mayor libertad a las personas. 

Con la pandemia, el teletrabajo se impuso de forma contundente y esto abre una serie de posibilidades que antes no existían. Algunos estudios señalan que más del 80% de las empresas adoptaron esta modalidad en su totalidad o lo hacen de forma híbrida, pero el concepto de oficina como lugar de trabajo ha quedado en el pasado. 

Este nuevo escenario permite una mayor independencia para quienes trabajan y, en ciertos aspectos, iguala las posibilidades de hombre y mujeres, ya que permite compatibilizar mejor la cuestión laboral con la vida fuera del trabajo de las personas. La gente hoy puede administrar su tiempo según sus necesidades. 

En este marco, son muchas las empresas, en la Argentina, que promueven la Economía del Conocimiento con programas e iniciativas de capacitación, convirtiéndose en un eslabón clave al que acuden cada vez más mujeres.  

El caso de Egg, la edtech de base científica que busca resolver la escasez de talento digital a escala, a través de tecnología y cooperación, registró más de 50.000 mujeres, durante el 2022, que se postularon para aprender a programar desde cero.  De esta forma, se vislumbra que en esta especialidad los hombres dejarán de tener el predominio y las mujeres irán ocupando más espacio.

El promedio de edad de estas mujeres fue de 29 años, y de las cuales el 33% tenía estudios secundarios, el 30% universitarios y el 17% terciarios.  

Casi el 45% de estas mujeres no estaban trabajando y que sólo el 23% tenía un empleo de medio tiempo, lo que reafirma el interés por aprender a programar como una salida laboral 

Cuando se les preguntó qué las motivaba a aprender sobre programación casi el 60% manifestó el deseo de querer dar los primeros pasos como programadoras y así poder obtener un empleo.  

“Nuestras formaciones han sido desarrolladas en base a las necesidades de la industria tecnológica, están en permanente actualización y son avaladas por referentes del sector. Por esta razón nuestras clases preparan y motivan a las estudiantes a comenzar su carrera digital y conseguir su primer trabajo en la industria”, comenta Ignacio Gómez Portillo, co-fundador y CEO de Egg.  

Otro caso que pone de manifiesto el interés por parte de las mujeres en la programación fue el de Aptugo, la única herramienta de desarrollo de software que permite programar tanto de manera visual como tradicional. Durante 2022 tuvieron más de 14.000 alumnas en sus cursos de programación.  

Al finalizar cada curso los alumnos deben presentar un proyecto desarrollado con la herramienta de Aptugo y lo relevante fue que, mientras que la proporción de mujeres en los cursos es de aproximadamente 40%, esta cifra crece a casi el 50% al mirar los proyectos más importantes y destacados.  

Un dato llamativo es la temprana edad de las alumnas por querer estudiar programación, ya que arrancan desde los 14 años, hasta llegar a la edad de 50.  

 “La curva de aprendizaje de nuestras alumnas es impresionante: después de pocas clases, ya están desarrollando sus aplicaciones. El curso para principiantes dura menos de 30 horas y permite explorar la lógica de desarrollo, de principio a fin de un proyecto, de manera totalmente práctica y sin necesidad de aprender un lenguaje de programación, que normalmente requiere de 300 horas“, comenta Gastón Gorosterrazu, fundador y CEO de Aptugo. 

En G&L Group, empresa de servicios tecnológicos, del total de personas becadas para sus cursos durante 2022, el 44% fueron mujeres y de éste, el 66% finalizaron la beca satisfactoriamente. 

“Nuestro programa de formación es una iniciativa que arrancó hace varios años en G&L Group y en 2022 tuvo su salto ya que logramos insertar a la industria de la tecnología mujeres que hasta ese momento veían esta posibilidad como algo lejano. El plan tiene un objetivo concreto que es la empleabilidad. La falta de perfiles capacitados para satisfacer las demandas de nuestros clientes nos llevó a armar esta iniciativa que permite insertar y reconvertir personas de otras especialidades en el mundo de la programación”, comenta María Laura Palacios, CEO de G&L Group.