Cuál es el día en el que se rinde menos en el trabajo, según la ciencia

Un estudio reciente liderado por Taehyun Roh, profesora de la Universidad Texas A&M, ha desvelado una tendencia interesante en el rendimiento laboral: los errores al usar computadoras son más frecuentes en las tardes, especialmente los viernes. Este patrón, documentado en la revista PLOS ONE, resalta cómo la fatiga acumulada y la pérdida de concentración impactan en el desempeño al final de la semana laboral.


Un análisis objetivo y revelador

El estudio analizó datos recopilados durante dos años de 800 empleados de una empresa energética en Houston. En lugar de depender de encuestas, se usó el software RSIGuard para medir actividades como:

  • Palabras escritas.
  • Errores tipográficos.
  • Movimientos del cursor.
  • Clics del ratón.

Los resultados fueron claros:

  • Disminución de la actividad laboral: Los viernes se escribieron un 19.1% menos palabras.
  • Aumento de errores: Aunque se escribía menos, los errores solo bajaron un 1.65%.

Esto sugiere que, al final de la semana, la precisión también se ve afectada, probablemente por fatiga acumulada y menor concentración.


La fatiga y el estrés como protagonistas

El fenómeno está respaldado por investigaciones que muestran que:

  • El estrés y los niveles de cortisol son altos al inicio de la semana.
  • Conforme pasan los días, la acumulación de cansancio supera la capacidad de recuperación del cuerpo, afectando el desempeño cognitivo.

Esto genera más errores en tareas repetitivas y una baja en la motivación, especialmente después del miércoles.


¿Es hora de rediseñar la semana laboral?

Taehyun Roh propone que reestructurar los horarios podría mitigar estos efectos negativos. Algunas ideas incluyen:

  • Semanas laborales comprimidas: Reducir la semana a 4 días con jornadas más largas.
  • Teletrabajo los viernes: Una opción para mejorar el equilibrio entre vida personal y profesional.

Empresas que han implementado estos modelos han visto beneficios notables:

  • Aumento en productividad: En Tokio, este cambio resultó en un 40% más productividad.
  • Reducción de costos: Menor uso de electricidad y gastos operativos.

Un impacto más allá de la oficina

El teletrabajo y las jornadas laborales reducidas también ofrecen ventajas ambientales:

  • Menores desplazamientos implican una reducción significativa de emisiones de CO2.
  • Un modelo híbrido podría ahorrar más de un millón de toneladas métricas de carbono al año.

Además, los empleados reportan mayor satisfacción y ahorro económico al reducir los costos asociados a los traslados.


Conclusión:
Este estudio no solo revela los desafíos del rendimiento laboral, sino que también abre la puerta a repensar los modelos de trabajo actuales. Con semanas laborales más cortas o teletrabajo estratégico, las empresas podrían fomentar un entorno más saludable, productivo y sostenible. ¿Será este el futuro del trabajo?