En un nuevo capítulo de su alianza militar con Rusia, el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha ordenado la producción en masa de drones suicidas, según informó la agencia estatal norcoreana KCNA. Estos dispositivos, diseñados para colisionar intencionalmente contra objetivos enemigos, actúan como misiles guiados y representan una de las innovaciones más recientes en el campo de la tecnología bélica, particularmente relevantes en el actual contexto de la guerra en Ucrania.
Kim, quien este jueves supervisó una prueba de estos drones en una fábrica, instó a la planta a construir un sistema de producción en serie y acelerar la fabricación masiva de esta tecnología. De acuerdo con KCNA, el líder norcoreano expresó que el uso militar de aviones no tripulados a nivel mundial está exigiendo una revisión urgente de la teoría y práctica militar para adaptarse a esta tendencia.
Esta decisión de Pyongyang llega en un momento clave de su cooperación con Moscú, un vínculo que ha llamado la atención de expertos en defensa que especulan sobre la posible asistencia técnica rusa en el desarrollo de estos drones. Las “municiones de merodeo”, como también se les conoce, se han convertido en una herramienta recurrente en conflictos recientes, incluyendo el frente ucraniano y el Medio Oriente, gracias a su capacidad de ataque preciso y económico.
Por otro lado, Corea del Norte ha sido señalada en repetidas ocasiones de violar el espacio aéreo de Corea del Sur, enviando drones a puntos estratégicos como la capital, Seúl, y zonas cercanas a la oficina presidencial surcoreana, lo que ha obligado a las tropas del sur a desplegar defensas aéreas.
La alianza entre Pyongyang y Moscú se afianzó en junio pasado con la firma de un tratado de defensa mutua y la ratificación de una “asociación estratégica integral”. De hecho, informes provenientes de Kiev apuntan que tropas norcoreanas estarían luchando junto a fuerzas rusas en los frentes occidentales de Ucrania. Se estima que unos 50.000 soldados rusos y norcoreanos están desplegados en la región rusa de Kursk, participando en combates contra el ejército ucraniano.
Sin embargo, Rusia no ha confirmado oficialmente la presencia de tropas norcoreanas en su territorio y mantiene que el pacto firmado con Pyongyang tiene una “naturaleza defensiva” que no atenta contra la seguridad de terceros países. No obstante, el presidente ruso, Vladimir Putin, insinuó recientemente la posibilidad de ejercicios militares conjuntos, lo cual marcaría un paso significativo en la colaboración militar entre ambas naciones.