Cómo saber si tenemos una relación back burner y de qué se trata

En el complejo mundo de las relaciones personales, hay un tipo de vínculo que ha surgido con fuerza en los últimos años: el “back burner”, una suerte de reserva emocional que mantenemos en segundo plano, sin compromisos serios pero con la puerta entreabierta a la posibilidad de algo más.

Este concepto, que en inglés significa colocar algo en segundo plano, describe la situación en la que una persona mantiene a otra en una posición menos prioritaria, pero sin cortar lazos por completo.

Es alguien que siempre está ahí, aunque no de manera constante, alguien a quien no podemos (o no queremos) dejar ir del todo. Esta ambigüedad puede generar conflicto emocional, tanto para quien está en segundo plano como para quien coloca a la otra persona allí.

Según la psicóloga Laura Palomares, esta situación puede tener consecuencias emocionales significativas. Si nos encontramos en el lugar secundario de esta relación, es posible que experimentemos sentimientos de inseguridad, baja autoestima y ansiedad. La incertidumbre sobre el futuro de la relación nos mantiene en constante alerta, impidiéndonos encontrar paz mental.

Para reconocer y protegernos de este tipo de relaciones, es crucial evaluar nuestra posición en ellas. Si nos sentimos relegados, si la relación es esporádica o si no recibimos lo que damos, es momento de replantearnos nuestra participación en ella.

Expertos sugieren ser sinceros con nuestros sentimientos y comunicarnos abiertamente, evitando la ambigüedad que caracteriza a estas relaciones. Explorar nuestras opciones y establecer límites claros también es fundamental para nuestro bienestar emocional.

En definitiva, aprender a protegernos de las relaciones “back burner” implica buscar la claridad, la comprensión y, si es necesario, la ayuda terapéutica para sanar y encontrar relaciones más satisfactorias y equilibradas.