La presencia de perros de terapia en centros médicos se ha consolidado como un recurso fundamental para mejorar la experiencia de pacientes en Argentina. Uno de los ejemplos actuales es el de Swiss Medical.
Cinco ejemplares especialmente entrenados recorren las instalaciones de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, el Sanatorio Agote, el Sanatorio Los Arcos, la Clínica Zabala y el Sanatorio Nordelta, acompañando tanto a adultos como a niños en situaciones de alta demanda emocional y física. El objetivo central de este programa es reducir el estrés y favorecer la adherencia a los tratamientos a través del contacto con los animales.
La iniciativa, denominada “Dogtores”, comenzó en 2019 con la incorporación de Kira, una perra de raza Australian Labradoodle, al servicio de psicología en internación pediátrica. Tras una pausa obligada por la pandemia, el programa se reanudó en 2021 y experimentó un crecimiento sostenido, sumando a Lana (también Australian Labradoodle) en el área pediátrica, y a Bagui (Schnauzer), Antonia y Carola (ambas Boyero de Berna) en el sector de adultos. Todos los perros fueron seleccionados por su carácter equilibrado, sociable y paciente, y recibieron un entrenamiento de varios meses para adaptarse a los entornos hospitalarios, responder a comandos específicos y respetar los tiempos de cada paciente.
El funcionamiento del programa se basa en la interacción directa entre el paciente y el perro, siempre bajo la supervisión de profesionales de la salud. Antes de cada visita, el equipo médico y de infectología evalúa si el paciente está en condiciones de recibir al animal, y se solicita la autorización correspondiente al paciente o a su familia.
Durante la sesión, los pacientes pueden acariciar, jugar o simplemente compartir un momento con los perros, en un entorno controlado y bajo estrictos protocolos de higiene y seguridad.
En adultos, la intervención de los “Dogtores” ayuda a disminuir la ansiedad, el aislamiento y el estrés, además de incrementar la motivación para moverse. Numerosos pacientes con dificultad de movilidad logran levantarse, caminar o sentarse en la cama para interactuar con los animales.
En el caso de los niños, la presencia de los perros facilita la adaptación al ambiente hospitalario, disminuye la ansiedad y fomenta la colaboración con los tratamientos médicos. Algunos incluso pierden el miedo a procedimientos al “ensayar” con el perro antes de recibir la atención.
Entre los efectos observados de la terapia asistida, se destacan la reducción de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca en los pacientes, generando una sensación de calma y bienestar valorada por adultos y menores hospitalizados.
Las jornadas de trabajo de los perros son cortas, con turnos limitados y tiempos de pausa perfectamente programados para evitar la sobreexigencia, garantizando siempre que el bienestar de los animales esté resguardado y que su participación sea absolutamente voluntaria. A ello se suman controles veterinarios constantes, vacunación, desparasitación y baños frecuentes.
La aplicación de la terapia asistida con perros se reserva para situaciones específicas, como internaciones prolongadas, la previa de cirugías, momentos de ansiedad o cuando se detecta la necesidad de un acompañamiento más cercano y humano.
El equipo de “Dogtores” de Swiss Medical se ha convertido en un pilar para el bienestar de los pacientes, integrando la atención médica con el apoyo emocional y físico que solo la interacción con los animales puede brindar. Cinco perros de terapia acompañan actualmente al equipo médico, y su presencia ha demostrado múltiples beneficios en la salud física y emocional, transformando la experiencia hospitalaria para adultos y niños.