Cómo cambió el cerebro con las redes sociales

¿Te cuesta leer más de una página sin distraerte? ¿Sentís ansiedad si no tenés el teléfono a mano? No es casualidad. La manera en que usamos redes sociales está reconfigurando el cerebro humano, especialmente en la forma en que prestamos atención.

Microdosis de dopamina

Cada like, notificación o historia nueva activa el sistema de recompensa del cerebro. Liberamos dopamina, la hormona del placer, en pequeñas cantidades constantes. El problema es que nos volvemos adictos a esos estímulos y perdemos la capacidad de mantener el foco en actividades largas o silenciosas.

Atención fragmentada, descanso imposible

Muchos estudios ya vinculan el uso intensivo de redes con problemas de memoria a corto plazo, ansiedad y agotamiento mental. Además, la sobreexposición a contenido rápido disminuye la tolerancia a la espera, generando una sensación constante de apuro.

Volver al foco es posible. No se trata de dejar la tecnología, sino de recuperar el control. A veces, el primer paso es sencillo: dejar el teléfono en otra habitación y mirar el mundo real por unos minutos.