Los organoides son pequeños conjuntos de células cultivados en laboratorio que imitan, en versión miniatura, la estructura y algunas funciones de un órgano real. Contienen distintos tipos de células del tejido original y permiten estudiar enfermedades, probar medicamentos y explorar tratamientos personalizados sin necesidad de intervenir directamente en pacientes.
Un equipo de Alemania logró ahora un avance significativo al diseñar un método simple y automático para fabricar organoides pulmonares —“mini pulmones”— de forma rápida, eficiente y con mínima intervención manual. El trabajo fue publicado en Frontiers in Bioengineering and Biotechnology y promete agilizar la investigación en enfermedades respiratorias.
Un sistema que acelera y simplifica la producción
Hasta hace pocos años, producir organoides era un proceso lento y detallado, casi artesanal. Había que manipular cada conjunto de células como si se tratara de un rompecabezas delicado. El nuevo sistema permite realizar el procedimiento casi de manera automática mediante un tanque especial con líquido oxigenado y movimiento constante.
Este enfoque acelera la generación de organoides a gran escala, lo que podría mejorar el desarrollo de medicamentos, la investigación preclínica y la posibilidad de diseñar terapias personalizadas a partir de células del propio paciente.
Cómo funciona la “fábrica de mini pulmones”
El proceso comienza con células madre, capaces de transformarse en múltiples tipos celulares. Primero se cultivan en placas plásticas hasta que crecen lo suficiente. Luego se separan y se colocan en placas antiadherentes, donde forman cuerpos embrioides, pequeñas esferas de células.
Estos cuerpos embrioides reciben factores de crecimiento que imitan los procesos que forman el pulmón durante la gestación humana. Así, las células comienzan a adoptar estructuras y funciones características del tejido pulmonar.
Finalmente, se colocan en un tanque especial con membranas móviles y medio oxigenado. Allí evolucionan durante semanas hasta formar los mini pulmones. En paralelo, se fabrican organoides manuales como grupo de control.
Resultados: similitudes, diferencias y próximos pasos
Tras cuatro semanas, ambos métodos —manual y automático— generan organoides con estructuras que incluyen vías respiratorias y alvéolos. Sin embargo, hay diferencias:
- Los organoides manuales presentan más células de alvéolo.
- Los automáticos son más grandes, pero con menos agrupaciones alveolares.
Aunque el método todavía no logra reproducir células inmunitarias ni vasos sanguíneos —por lo que no existe circulación interna— los organoides son ideales para probar fármacos, estudiar enfermedades pulmonares y evaluar tratamientos personalizados.
El equipo liderado por Diana Klein, de la Universidad de Duisburgo-Essen, continúa ajustando el sistema para mejorar la calidad de los organoides y aumentar su versatilidad. El objetivo es claro: avanzar hacia una producción masiva, confiable y reproducible que acelere el diseño de terapias más eficaces para afecciones respiratorias.
