En la industria musical, no todo gira en torno al talento sobre el escenario. Detrás de cada show, hay una logística compleja que incluye uno de los elementos más particulares del ambiente artístico: el rider, es decir, la lista de requerimientos personales y técnicos que los artistas presentan antes de cada presentación.
📝 Si bien muchos de estos pedidos responden a cuestiones técnicas o de comodidad, hay casos que rozan lo extravagante y en algunos casos, lo inexplicable. A continuación, un repaso por ocho artistas internacionales que llevaron las exigencias de camarín a niveles que oscilan entre lo excéntrico, lo obsesivo y lo directamente insólito:
💥 Acá, un repaso por 8 artistas que elevaron el concepto de “quiero que me mimen” a niveles olímpicos:
🥜 1. Van Halen y los M&M marrones
La leyenda dice que si había un solo M&M marrón en el bowl del camarín, Van Halen cancelaba el show. Pero no era por puro divismo: lo hacían para comprobar si los organizadores leían el contrato completo. El pedido venía escondido entre cláusulas técnicas de sonido. Ingenioso y pasivo-agresivo.
🕯️ 2. Prince y la obsesión púrpura
Prince pedía que absolutamente todo en su camarín fuera del color púrpura: sillones, cortinas, alfombras, servilletas, ¡hasta las flores! Si no parecía el departamento de un unicornio místico de los 80, no se sentaba ni a tomar agua.
👶 3. Beyoncé y su inodoro nuevo
La reina del pop exige que el asiento del inodoro sea completamente nuevo y lo desecha después de usarlo. Además, pide agua alcalina a 21 grados exactos y pajitas de titanio. Porque claro, ni los electrolitos se salvan de su nivel de detalle.
🧼 4. Iggy Pop y el pedido más inútil de la historia
En una gira, Iggy Pop incluyó en su rider la presencia de un intérprete de lenguaje de señas que fuera “increíblemente sexy” y una biografía de Bob Hope por si se aburría. También pedía “una persona que sepa explicar cómo usar un DVD”, porque aparentemente eso ya era ciencia ficción para él.
🥒 5. Madonna y el aroma a rosas
Madonna exige que su camarín huela a rosas recién cortadas, que todo el mobiliario sea traído por ella (incluyendo un trono portátil), y que su camarín tenga la misma temperatura exacta que su casa en Londres. Termostato global edition.
🥩 6. Ozzy Osbourne y el aroma… ¿a carne?
El Príncipe de las Tinieblas pedía en sus giras que rocíen el camarín con el olor de una parrilla. No comida, no carne, solo el olor. Un asado fantasmal para el hombre que mordía murciélagos.
🧸 7. Mariah Carey y sus 20 humidificadores
En el desierto o en el polo, Mariah Carey exige 20 humidificadores en su camarín. No diez. No quince. Veinte. Ni un solo gramo de sequedad debe acercarse a sus cuerdas vocales. Y sí, también pide cachorros para acariciar “antes de salir al escenario”.
🛸 8. Kanye West y su frutilla espacial
Kanye no decepciona nunca. En un show pidió que sus cubiertos fueran de oro, que el café fuera servido “a la temperatura exacta de la superficie de Venus” (sí, eso puso el manager), y que el sofá del camarín esté tapizado en neopreno negro, como si fuera a surfear entre canciones.
🎸 Si pensabas que tu jefe es exigente por pedirte puntualidad, imaginate pedirle a alguien que calcule la humedad del camarín a la altura de Londres, mientras busca caramelos veganos sin gluten que no existían hasta 2021.
🔎 Curiosidad de backstage: la práctica de los “riders” se volvió tan ridículamente detallista que hoy existen productores freelance especializados en cumplir caprichos imposibles. Algunos trabajan exclusivamente para artistas top y cobran hasta 5.000 dólares por noche solo para “gestionar excentricidades”. Literalmente, gente que vive de conseguir pétalos tibios.